El entrenador del Castellón, Kiko Ramírez, se mostró satisfecho por el triunfo, en cuarto consecutivo y el quinto en sus seis jornadas al mando, pero advirtió a sus hombres que queda mucho que mejorar. Por ejemplo, la permisividad defensiva en el inicio de los encuentros. Ayer, el Castellón concedió pronto un gol y tuvo que remontar de nuevo. «A partir del empate nos hemos centrado», dijo Ramírez.

«No hemos empezado bien», admitió Kiko, «y en eso tenemos que mejorar. Debemos ser más compactos y no encajar tantos goles. El equipo tiene que crecer porque la exigencia será cada vez mayor». Kiko subrayó que el triunfo, pese a la mala clasificación del Benigànim, «no ha sido fácil. El resultado es engañoso. No nos podemos conformar con esto. Aunque es verdad que a partir del 1-1 hemos trabajado muy bien y la estrategia ofensiva ha funcionado».

A expensas de lo que hagan hoy los rivales de la zona alta, el Castellón durmió anoche a diez puntos del líder y a dos de la zona de promoción de ascenso.

La próxima semana no hay jornada, al jugar la selección autonómica. Los albinegros recibirán después al Buñol en Castalia, en principio el domingo 13 de diciembre, en el penúltimo partido del año. Será baja el capitán Guille Vázquez, que ayer vio la quinta cartulina amarilla.