En una sociedad cada día más globalizada, las distancias se acortan y el desarrollo de los medios de transporte hace posible los desplazamientos de entre distintos puntos del Globo. Los vuelos tienen buena parte de culpa en ese acortamiento de las distancias. Muchas personas viajan en avión con maletas de mano de forma constante, pero tienen dificultades a la hora de hacer la maleta para aprovechar al máximo su cabida y no sobrepasar el límite de peso permitido. El objetivo es viajar en vuelos de bajo coste y evitar la facturación.

La Comisión Europea ha aumentado el nivel de seguridad de la revisión de equipajes de mano en aeropuertos, desde el pasado 1 de marzo. El personal del aeropuerto inspeccionará los aparatos electrónicos de los pasajeros de manera aleatoria. La intención de estas nuevas medidas es detectar las nuevas formas de ocultación de artefactos explosivos.

El uso de estas maletas es muy útil en caso de escapadas y viajes cortos, porque permiten ahorrar dinero y evitar tener que esperar para facturar. El equipaje no debe pesar más de 10 kg y no puede superar las dimensiones máximas permitidas de 55 x 40 x 20.

Según Rebeca Ávila Álvarez, editora del site WorkingOutfits, se debe hacer una planificación antes de preparar la maleta. Además, hay que tener siempre un listado preparado de las cosas básicas e imprescindibles que se necesita.

Antes de ir metiendo las cosas en la maleta, hay que tener en cuenta que se debe hacer de la base hacia arriba. Introducir los artículos más largos y pesados en el fondo para evitar aplastar algo delicado.

«Llevar la ropa necesaria, es decir, prendas que ocupen poco espacio, que pesen poco, que sean versátiles y fácilmente combinables», recomienda la bloguera Cristina Estévez en WePlann.com. Hay que elegir piezas que se puedan usar tanto de día como de noche y que se puedan utilizar en diversas ocasiones. Seleccionar colores básicos y neutros que combinen con casi todo. A la hora de meter la ropa en el equipaje, hay que utilizar bolsas para guardar ropa envasada al vacío. Esto elimina el aire del interior, disminuye la capacidad del bulto y permite que la ropa se mantenga planchada y sin arrugas.

Ávila explica en su blog que «la ropa es mejor guardarla enrollada en la maleta porque se arruga menos y ocupa menos espacio. Sobre todo, los vaqueros, las prendas de punto y las camisetas de algodón». Además, se puede enrollar la ropa más pequeña para que encaje en los pequeños recovecos laterales que suelen quedar libres. Hay que extender la pieza boca abajo, doblar hacia atrás las mangas y enrollarla de abajo hacia arriba.

Los cinturones deben colocarse estirados o enrollados dentro del cuello de las camisas para que no se arruguen. La ropa más pesada y que ocupa más espacio hay que llevarla puesta encima.

«Pongo el calzado metido en bolsas de tela al fondo de la maleta y aprovecho los huecos para meter otros objetos de pequeño tamaño como calcetines, ropa interior, cargador del móvil, medias, collares...», especifica la Dircom en Accor. Hay que elegir un calzado polivalente y cómodo.

Hay que llevar un neceser pequeño y los envases no pueden superar los 100 mililitros. Estévez aclara que «los líquidos deben colocarse en una bolsita protectora, por si acaso se derramara durante el viaje». Además, es recomendable llevar un botiquín pequeño con los medicamentos y todo lo necesario para la supervivencia de los cuidados básicos.

Los aparatos electrónicos es mejor tenerlos siempre a mano para los controles de seguridad. Llevar una mochila o un maletín aparte para el portátil o tableta no suele ser un inconveniente para la gran mayoría de aerolíneas. Todos estos consejos y trucos pueden ser de gran utilidad para aquellas personas que actualmente viajan mucho y usan equipaje de mano.