El Villarreal CF ha pasado de saborear las mieles del éxito que se desprende de sentirse líder de Primera División a estar en uno de los momentos más críticos de la temporada. El submarino está inmerso en una dinámica negativa que ha hecho saltar todas las alarmas, sobre todo en el campeonato liguero, ya que en Europa se ha salvado la papeleta pero en Liga el equipo va cuesta abajo.
Desde que accediera a la primera posición de la clasificación en la jornada 6 tras su victoria contra el Atlético de Madrid (1-0), el Villarreal no ha levantado cabeza y está inmerso en una racha muy negativa de resultados y juego. El equipo ha perdido su identidad y la confianza, y en las últimas siete jornadas solo ha sido capaz de sumar 5 puntos de los 21 posibles.
Registros pobres
Estos registros lo convertirían en el colista de la Liga, empatado con Las Palmas, si acabara ahora la competición. Y es que en los últimos siete partidos, el conjunto villarrealense ha sumado una victoria -Sevilla (1-0)-, dos empates -Las Palmas (1-1) y Eibar (1-1)- y cuatro derrotas -Levante (1-0), Celta (1-2), Barça (3-0) y Getafe (2-0)-, con cuatro goles a favor y diez en contra.
Han sido dos meses en los que pese a los resultados, y gracias al colchón de puntos cosechado en un arranque ilusionante, permiten al Villarreal mantenerse en la zona alta de la tabla (es sexto con 21 puntos). Eso sí, con los números en la mano el equipo parece otro porque ha dejado de ser aquel conjunto sólido que sorprendió a todos a estar en la cuerda floja y no jugar bien. Una situación similar a la que ya se vivió la pasada campaña, cuando el Villarreal encadenó una racha tan negativa casi como la de ahora en la que sumó 6 puntos de 27.
Por aquel entonces, los de Marcelino estuvieron nueve jornadas consecutivas sin cosechar una victoria y solo lograron seis empates en nueve partidos disputados. Por lo tanto, el técnico asturiano se enfrenta ahora a una de sus peores rachas desde que llegara al club de la Plana Baixa y, al igual que el año pasado, deberá sacar lo mejor de sus jugadores para superarla y recuperar su identidad.
No ayuda en nada a esa posible recuperación el cúmulo de lesiones que afectan al primer equipo y que viene mermando el rendimiento del mismo. Tanto es así, que el Villarreal ya acumula 380 minutos sin marcar -está a cinco de su peor sequía realizadora como visitante desde que su actual preparador llegara al club-.
Cabe recordar que el submarino marcó por última vez lejos de El Madrigal el 23 de septiembre ante el Málaga cuando se impuso por 0-1 con gol en propia puerta de Tissone. Desde entonces se ha quedado a cero en sus desplazamientos para visitar a Levante, Las Palmas, Barcelona y Getafe.
