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Los antitaurinos toman Arañuel

Taurinos y animalistas volvieron a encontrarse en el municipio del Alto Mijares un año después de la primera protesta antitaurina en la provincia El acto contó con un amplio dispositivo de seguridad

Arañuel se convirtió anoche en el epicentro de la polémica entre el movimiento antitaurino y los aficionados al «bou embolat». Un año después de la primera protesta animalista en la provincia, los abolicionistas volvieron al mismo lugar para escenificar sus protestas. En frente, al igual que el año pasado, tuvieron a cientos de aficionados dispuestos a embolar el toro. Y en medio, a la Guardia Civil, para que se cumpliera la legalidad y calmar los ánimos y que no derivaran en violencia.

Al igual que el año pasado, el anuncio de la protesta antitaurina tuvo un efecto llamada, y Arañuel, de apenas 70 habitantes en invierno, tuvo una cantidad de público impensable en las fiestas de la Inmaculada antes del 2014.

«Son nuestros gustos», «es una tradición», «es nuestra seña de identidad», «es bueno para la economía» y «es legal» fueron los argumentos más repetidos por los taurinos, que tuvieron una presencia mucho mayor en número que los animalistas.

Los antitaurinos ya lo anunciaron el año pasado. «Este año somos 20, pero al año que viene subiremos muchos más». Y subieron. Hicieron su aparición momentos antes de la medianoche, cuando estaba prevista la embolada. Llevaban pancartas con una afición que consideran tortura, lanzaron proclamas para su abolición y después, escoltados por la Guardia Civil, salieron del pueblo.

La presencia de los cuerpos de seguridad fue masiva para garantizar que el festejo se desarrollara con normalidad y velar por la seguridad. Al cierre de esta edición, el toro estaba embolado.

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