El Benicarló sumó tres puntos ante su rival comarcal, el Vinaròs, tras un partido que no pasará a la historia, ya que en muchos momentos más pareció un partidillo de recreo en un colegio que uno de Preferente. Se esperaba mucho más del equipo que entrena Javi Celma, pero su juego fue de más a menos y se acabó contagiando del lento ritmo del rival.

Había ambiente en las gradas y ganas de ver un buen partido, pero al derbi le faltó la chispa de otras ocasionesy pese a que los benicarlandos lo intentaron, poco a poco tropezaron con la muralla defensiva y cuando tuvieron el gol a su alcance o fallaron o se encontraron con Mulet. El primer gol nació de un saque de esquina que lanzó Sergio, que el central Víctor Esbrí cabeceó lejos del alcance de Mulet. Antes del descanso Marcos Cano pudo marcar en un par de oportunidades, una sacada con la mano por le meta. Pudo empatar Cristian al 45 lanzando una falta a la que respondió Aguayo sacando el balón a córner.

En el descanso el entrenador benicarlando decidió dos cambios para intentar darle al equipo un aire nuevo. Reapareció Javi Bueno tras su lesión y entro Alexis y pareció funcionar el equipo, pero poco a poco volvió a entrar en la misma dinámica. Pero una entrada de Figueroa se castigó con penalti, que transformó Marcos Cano. Gol que animó un poco a los locales, logrando el 3-0 en una larga jugada de ataque que cerró Guillermo con un cabezazo.

El Vinaròs, pese a ir perdiendo llegó varias veces a la contra, destacando un remate al palo segundos antes del final del partido.