La Plataforma La Tortura No es Cultura ha denunciado las agresiones sufridas por un grupo de activista antitaurinos que se encadenaron al poste donde se ata al toro embolado en la localidad de Olocau del Rey para impedir la celebración de este festejo taurino.

En un comunicado, la plataforma ha informado de que aunque habían hecho un llamamiento en las redes sociales para acudir a la localidad de Arañuel para impedir un festejo taurino, los antitaurinos decidieron acudir a la vecina localidad de Olocau del Rey, donde también embolaba un toro pero hora y media antes.

A las diez de la noche, unos cincuenta activistas de toda España entraron "por sorpresa" en Olocau del Rey, donde, al contrario que en Arañuel, donde se esperaba la presencia de un centenar de guardias civiles, "no había seguridad de ningún tipo", ha informado la Plataforma La Tortura No es Cultura en un comunicado.

Un cuarto de hora antes de la hora prevista para embolar al toro, los activistas se encadenaron sin mayor problemas al pilón donde se embola el toro y "permanecieron divididos entre el pilón y el furgón deonde estaba el toro, recibiendo abucheos, insultos y algún empujón por parte de los taurinos".

Los antitaurinos han defendido que "hubo un intento de negociación con el alcalde del pueblo, pero al final no fue posible porque empezaron las agresiones por parte de los vecinos".

Ellos continuaron su "resistencia pacífica", a pesar de que, según el comunicado, "aumentaba la agresividad de algunos taurinos que incluso intentaron soltar al toro mientras los activistas permanecían encadenados".

"Pasaron de los empujones e insultos a las patadas, puñetazos y golpes sin medida ni control, especialmente porque no había protección policial", han denunciado y han apuntado que incluso una compañera "fue pisoteada y arrastrada".

La Guardia Civil se presentó en la zona hora y media más tarde, avisada por los propios antitaurinos, que consiguieron resistir hasta la medianoche y lograr que se cancelase el festejo.

Los agentes identificaron a los activistas que fueron seguidos hasta sus vehículos por los taurinos que, según la Plataforma, tras conocer la cancelación del festejo, les "escupieron, golpearon las ventanillas y rompieron los cristales y retrovisores", con ellos dentro.

Según la organización Gladiadores por la Paz, que participó en la protestas, "el objetivo de la acción no era solo evitar el evento, sino poner en evidencia que el Toro de la Vega, el de Medinacelli o el de Coria no son hechos puntuales sino que esto ocurre en toda la geografía española y no pararemos hasta que las leyes prohíban el maltrato animal".

La Plataforma La Tortura No Es Cultura ha anunciado que ayudará a los activistas a presentar sus denuncias por las agresiones y ha informado de que están recogiendo "numerosos partes de lesiones".