Vuelve la Liga en Castalia para afrontar el doblete final de la temporada. El Castellón recibe hoy al Buñol y visitará el domingo que viene al Paterna para cerrar el 2015. La cita doble vale algo más que seis puntos, es mucho más que un trámite. Dependiendo del bagaje de puntos acumulado, el conjunto albinegro marchará al parón invernal con unas sensaciones determinadas. Puede pisar incluso zona de promoción de ascenso, o recuperar la frustración y dar casi por imposible el campeonato.

Camino de un parón se viene de otro. La ausencia de jornada el pasado fin de semana interrumpió la dinámica victoriosa de los albinegros. Desde que Kiko Ramírez relevase a Ramón María Calderé en el banquillo, el Castellón ha sumado 15 de 18 puntos posibles. Enlaza cuatro victorias consecutivas y ha frenado la sangría de tropiezos en Castalia, donde hoy recibe al Buñol. El equipo valenciano, caído en la zona baja, es el menos goleador del grupo y solo ha ganado un partido a domicilio.

Pese a ello, no se fía Kiko Ramírez, no se fía para nada. Ese mensaje, el de la clásica trampa, ha transmitido al equipo durante la semana, consciente de lo costoso que ha sido sumar los triunfos de los que ahora se presume. A las dificultades se añaden bajas importantes. Dos son por lesión: los delanteros Saizar y Fonte. La doble desdicha deja a Antonio como único delantero puro de la plantilla. Se espera que Kiko lo acompañe de Meseguer (cuatro goles y dos asistencias durante la racha) en la mediapunta, con el recurso del andaluz Lolo en el banquillo.

La otra baja atañe a las posiciones de defensa. El capitán Guille Vázquez cumple sanción por acumulación de amonestaciones. Dos futbolistas pugnan por sustituirle en el eje de la zaga. La opción veterana pasa por David Escudero, que había perdido protagonismo en los últimos meses, tras comenzar la Liga en la titularidad. Escudero jugó los últimos minutos en Benigànim y durante el parón con la selección valenciana amateur. También ha estado activo el joven Álvaro Gómez, que jugó con el filial de Preferente. Por lo pronto, tanto él como el mediapunta Gerard Hernando están citados en Castalia. La mejor y más limpia salida de balón de Álvaro Gómez le podría dar ventaja respecto a la contundencia de Escudero.

Porque el Castellón espera el partido habitual en Castalia. Dominio local y esforzado resistir visitante. Las opciones del Buñol pasan por tapar los pasillos interiores (Marenyà-Meseguer) y frenar con ayudas el desborde por fuera (Pruden-Carrillo-Luismi-Jesús). También, como todos, por ir dejando pasar el tiempo y jugar con la creciente ansiedad local. Esperar y cazar la ola buena en una contra, o en la pelota parada. Es eso, y el Castellón sabe lo que le aguarda enfrente. Lo saben todos y siempre, pero a menudo saberlo no es suficiente.