La asociación de vecinos del Grupo San Lorenzo de Castelló renovó ayer su junta tras la dimisión de la actual dirección. El nuevo presidente de la entidad es Francisco Javier Catalán, un residente del barrio que ha integrado en su equipo a tres vocales de la anterior dirección.
El hasta ayer presidente de la asociación vecinal, Alfonso Guerrero, formalizó su dimisión en la asamblea celebrada anoche acuciado por las críticas de los socios a su gestión. Además, argumentó, «cinco años al frente de la entidad son suficientes» y lamentó no haber recibido «un mínimo reconocimiento» a su labor.
A pesar de ello, Guerrero abandona el cargo orgulloso del trabajo realizado. Según relató, en los últimos años el barrio ha conseguido mayor estabilidad y «ya no hay robos como antes». Además, destacó su defensa del colectivo gitano del barrio para el que ha pedido mejoras en el ámbito educativo. «La verdadera integración se consigue mediante la educación y si estas familias quieren que sus hijos tengan las mismas oportunidades que el resto, deben implicarse», sostuvo el representante vecinal.
Los problemas de vivienda han sido otro de los caballos de batalla durante su mandato y recientemente ha visto cumplirse uno de los objetivos que perseguía desde hacía tiempo. El Ayuntamiento de Castelló y la Conselleria de Vivienda suscribieron el pasado mes de octubre un convenio por el que se invertirán 682.000 euros en la rehabilitación de 161 viviendas. La concejala de Vivienda, Ali Brancal, mostró entonces su satisfacción por el acuerdo que «permitirá realizar una rehabilitación del parque público de vivienda en uno de los barrios castellonenses que más han marginado y olvidado las diversas administraciones públicas hasta la fecha». Además, explicó, estas obras «mejorarán la seguridad de las viviendas, construidas hace más de 30 años».
Nueva dirección
Guerrero se puso a disposición de la nueva dirección y se congratuló del relevo, ya que en caso de que la junta hubiera quedado desierta la asociación vecinal habría tenido que disolverse y el Grupo San Lorenzo se habría quedado sin representación vecinal oficial. Espera que el nuevo equipo continúe con la línea de trabajo emprendida en la anterior etapa. Según explicó, el presidente actual, Francisco Javier Catalán, «quiere normalizar el barrio y defender ante el ayuntamiento las infraestructuras necesarias».
Por otra parte, Guerrero aseguró irse «con la tranquilidad de que el consistorio está por la labor de integrar de verdad a los vecinos para que dentro de quince años San Lorenzo sea un barrio periférico con el mismo nivel cultural que otros y con una sana convivencia».
