El proyecto Clima, que el Instituto de Tecnología Cerámica (ITC) comenzó a desarrollar en enero de 2014, tiene prevista su finalización este mes de diciembre, y pretende, según fuentes del ITC, «realizar una revisión crítica de los procesos productivos actuales para identificar los cambios tecnológicos necesarios que faciliten la adaptación de la industria a los nuevos retos establecidos en materia de emisiones de CO2». «La fabricación de productos cerámicos»-según estas fuentes-«es un proceso intensivo en consumo de energía, principalmente energía térmica», que libera dióxido de carbono. El sector está afectado por la normativa comunitaria que establece una reducción de las emisiones de un 80 por ciento en el año 2050.