La ciudad de Castelló ha registrado un total de 10.714 solicitudes de ayudas para libros entre el 1 y el 14 de diciembre, el plazo fijado por el ayuntamiento para recoger las peticiones. La cifra implica que sólo algo más de la mitad de los alumnos que podían acogerse al plan Xarxa Llibres han pedido la ayuda de los 100 euros, ya que el total de potenciales beneficiarios ascendía a 20.500, según las cifras que baraja el consistorio.

Si bien el equipo de gobierno ya preveía que el número de solicitantes sería inferior al total de estudiantes de primaria, secundaria y Formación Profesional de centros públicos y concertados de la ciudad, el resultado final resulta llamativo teniendo en cuenta lo ambicioso del proyecto del Consell.

Desde la federación de ampas FAPA Castelló-Penyagolosa, achacaron ayer esta situación a la premura con la que se ha impulsado el plan Xarxa Llibres. «Es posible que muchas familias que ya tenían los libros comprados no tuvieran las facturas. Se ha hecho tan rápido que había cierto desconocimiento y desinformación por parte de las familias», señaló la presidenta del colectivo, Silvia Centelles. A ello se une también «la desconfianza» sobre si funcionará bien el proyecto, por lo que «a lo mejor el año que viene hay más demanda» una vez se conozcan los resultado, señaló. Además, hay centros educativos que ya cuentan con bancos de libros, lo que también explica la diferencia entre el número de solicitantes y el de potenciales beneficiarios.

En el conjunto de la provincia la Conselleria de Educación ha contabilizado un total de 33.087 solicitudes de ayuda desde que se abrió el plazo para rellenar el formulario a través de la página web oficial. No obstante, no se conocerá el número total de alumnos solicitantes hasta que los ayuntamientos cierren sus respectivos plazos de inscripción, puesto que son las administraciones locales, en colaboración con las ampas y los centros, las que tramitan la documentación y realizan los pagos.

Colegios con bancos de libros

Una de las preocupaciones de la FAPA en torno al plan Xarxa Llibres es la falta de compensación para los centros que ya disponen de banco de libros y que han quedado al margen de las ayudas. Según explicó ayer la presidenta de la entidad, Silvia Centelles, en una reunión reciente la Conselleria de Educación se ha comprometido a estudiar de qué forma se puede «premiar» la labor de estos colegios. La federación de ampas propone que se les facilite una dotación económica para reponer libros en mal estado, aunque cree que los técnicos son los que deben elegir la mejor fórmula.