Un espacio para comer, hacer deberes, aprender inglés y disfrutar de actividades de ocio. Es el lugar ideal que cualquier familia desearía para sus hijos cuando terminan las clases. En Castelló ya existe esta oferta desde hace cuatro meses. Se trata de l'Esplai , que desde las 12.30 a las 17.00 horas atiende a cerca de 80 alumnos de Primaria y Secundaria en sus instalaciones situadas en el barrio de Rafalafena.

Los estudiantes almuerzan productos saludables, disponen de un ordenador y una impresora para realizar las tareas que les encomienda el colegio o instituto, un profesor de apoyo para aprender inglés y un monitor para hacer manualidades. También cuenta con una zona lúdica donde pueden ver la televisión media hora y practicar diferentes juegos. Los niños son recogidos por la propia empresa en los centros educativos.

«L'Esplai surge de un corrillo de madres preocupadas de que sus hijos coman solos cuando salen del instituto», explica Cristina Segura, impulsora de la iniciativa junto a María José Redondo y Raquel Jiménez. Los colegios, con una jornada partida, tienen comedor escolar, mientras los institutos no lo necesitan al finalizar las clases al mediodía. L'Esplai pensaba cuando abrió que la mayoría de sus usuarios iban a ser de Secundaria, pero al final la mayor demanda procede de estudiantes de Primaria.

La explicación, según Cristina Segura, es que l'Esplai llena el tiempo de los escolares en el parón de mediodía de las clases-de 12.30 a 15.30- con actividades que van más allá del típico comedor escolar. En el colegio comen y luego pasan el rato en el patio hasta que se reanuda la jornada. «Aquí tienen un sitio para descansar, hacer deberes, aprender inglés y realizar juegos o manualidades», subraya Segura.

El cátering es casero. El miércoles, por ejemplo, el menú estaba formado por sopa de fideos, longanizas con tomate y ensalada. Luego, se da a elegir a los niños el postre que quieren. «Se negocia , no se castiga. Con las frutas se ponen tres y se da escoger una. Por ejemplo, un niño de 7 años destrozaría una manzana y se le enseña a pelarla», resalta.

L'Esplai también impulsa la inteligencia emocional, «que muchas veces no se trabaja en el colegio», según la responsable. «Aquí no hay distancia de edades, sienten que el trato es muy cercano; lo primero que hacen los niños cuando llegan es darte un abrazo», subraya. Señala que «necesitan sobre todo que los escuches».

La zona de ocio están pensada para que «recarguen pilas», continua, y «potencien las relaciones sociales». Comprende juegos de mesa cooperativos y de estrategia y dos futbolines. Los viernes se programa una tarde de cine o discoteca. En este último caso cada alumno elige una canción.

L'Esplai abrió el pasado 10 de septiembre y su recepción« ha sido buenísima», afirma Segura. Hay estudiantes de los centros del Lluís Revest, Sanchis Yago y Bernat Artola. El precio por día es económico (6,50 euros).