Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Un año en compañía del Tram

La línea del trolebús entre la UJI y el Grau cambia la fisonomía de la ciudad El nuevo Consell renuncia al polémico trazado del parque Ribalta

Un año en compañía del Tram

Justo hace un año echaba a andar la línea 1 del Tram entre la Universitat Jaume I y el Grau. Castelló recuperaba el viejo trolebús pero con un nuevo modelo híbrido que las autoridades de entonces proyectaron como único en Europa. Ahora ocupan el Consell y el ayuntamiento los partidos que el 20 de diciembre de 2014 eran oposición y repudiaban el bus guiado por considerar excesivo el coste económico. Lo han aceptado pero han finiquitado una de las obsesiones de los gobernantes populares; el paso del trolebús por dentro del parque Ribalta.

El Tram fue la joya de la corona de las inversiones del PP en la capital de la Plana. Mientras en Alicante y Valencia la Generalitat promovía tranvías, en Castelló planteaba un sistema en vía reservada que podía circular en catenaria o de manera autónoma. Esgrimía que era más económico y sostenible. El propio ayuntamiento destacó que era un modelo más adecuado para unir el este y oeste de la ciudad a través del centro. En 2008 se inauguró un primer tramo desde la UJI al paseo Morella, y seis años después entraba en servicio el trazado restante hasta el Grau. Una multitud de autoridades, con el presidente autonómico, Alberto Fabra, encabezando la comitiva, desembarcaban el 20 de diciembre de 2014 en Castelló para asistir a su estreno.

«Es un proyecto pionero con la tecnología más moderna de España y Europa», destacó Fabra. Castelló volvía a contar con un trolebús pero remozado. Ya lo tuvo entre 1962 a 1969. También adquirió entonces siete modernos Pegasos grises que a los siete años fueron abandonados.

En sus primeras semanas, el bus guiado sufrió una profusión de averías, ya, que según admitió el operador, se puso en marcha antes de hora. El Consell lo había prometido para finales de 2014, de ahí las prisas. También se han varios accidentes sin graves consecuencias. La ciudad poco a poco se va acostumbrando al Tram e, incluso, los actuales inquilinos en la Generalitat y el ayuntamiento intentan mejorar el servicio. Entienden que no hay vuelta atrás por el importante gasto que ha comportado. Las arcas autonómicas han aportado 100 millones de euros en las obras de un trazado específico, que ha cambiado la imagen del centro, y en la compra de seis vehículos híbridos fabricados ex profeso.

La vida del Tram parece así que será mas larga que el antiguo trolebús. Ha mejorado la conexión entre el Grau y la UJI, pero los comercios del casco antiguo lo responsabilizan de su precaria situación por expulsar el tráfico de calles como Ruiz Zorrilla, Rei en Jaume, puerta del Sol y Zaragoza.

Este transporte cerrará 2015 con cerca de 2,1 millones de usuarios. Es una cifra importante, pero se queda lejos de la proyección de 2,5 millones de 2012. La ciudad se pregunta si era necesario destinar 100 millones de euros sólo para unir el Grau y la UJI y si no era más adecuado priorizar el itinerario metropolitano entre la capital y los municipios del entorno.

«Es caro»

El equipo de gobierno piensa que el trolebús es un modelo poco económico y para la línea metropolitana aboga por impulsar un modelo en vía reservada pero diferente y más barato que el trolebús. Subraya que el mantenimiento de los convoyes es «caro» y aduce que ha empeorado la conexión interna en el Grau. El bus guiado finaliza su recorrido en Serrano Lloberas y los vecinos de la playa o el Serradal, que antes contaban con autobús directo desde el Grau hasta la plaza Borrull, han de coger un bus lanzadera para ir a su vivienda. Y la última tecnología que se destacaba en su momento, añade que se ha quedado desfasada. El bipartito quiere potenciar el Tram para evitar que se encarezca el contrato de concesión. Ha reducido los tiempos de paso y quiere prolongarlo en el Grau.

Compartir el artículo

stats