Surrealista. El Vinaròs acabó el partido que lo enfrentaba contra el Alcalà con siete y sin jugar el esférico como señal de protesta por la actuación del trío arbitral, que en la segunda mitad destrozó al equipo local con decisiones más que discutibles.

La primera mitad transcurrió con normalidad, llegándose al descanso con uno a dos. Pero en la segunda la situación cambió. El linier anuló dos jugadas por fuera de juego inexistentes y en el 67 pitó un penalti más que discutible que transformó el Alcalà. La tensión fue en aumento. Con el 1-5 y con siete sobre el campo (a los expulsados se unió un lesionado) el Vinaròs no quiso sacar de centro y cuando lo hizo no jugó el esférico, se lo dejó al Alcalà y se mantuvieron quietos con los brazos cruzados. El Alcalá se sumó a la película y dejó el esférico en el banderín de córner.