La alcaldesa de Castelló, Amparo Marco, y el vicealcalde, Enric Nomdedéu, pusieron ayer encima de la mesa su gestión municipal durante estos más de cinco meses de gobierno conjunto y demostraron al mismo tiempo, salvando las distancias, que es posible gobernar con pactos horas después de que las elecciones generales hayan diseñado un Congreso de los Diputados multicolor.
En una comparecencia para hacer balance, Amparo Marco, se mostró «orgullosa« del trabajo desarrollado por todos los concejales «para impulsar el cambio que nos podieron los ciudadanos, más allá de los colores políticos», todo ello «pese a contar con unos presupuestos heredados del PP, agotados y con poca capacidad de maniobra». Marco entró de puntillas a la hora de hablar de las elecciones generales del domingo al señalar que« le corresponde al secretario general del PSOE», Pedro Sánchez, realizar una valoración. Pese a ello, comentó que los resultados «siguen la tónica de las elecciones municipales y lo que pide la ciudadanía es un cambio del modelo político y en la forma de hacer política».
Marco, en un desayuno con los medios de comunicación en la Escuela de Hostelería del Grau de Castelló, incidió en que el ayuntamiento «es hoy más cercano a los ciudadanos, más transparente y más austero» y se comprometió de cara a 2016 a seguir trabajando para «darle un vuelco a la ciudad y ponerla donde se merece para que podamos sonreír más».
El cambio de estilo en las formas, y en el fondo, viene reflejado en acuerdos como la reducción de coches oficiales, el menor número de asesores, la eliminación de las tarjetas de autopista y la puesta en marcha de un portal de transparencia donde queda reflejado todo el movimiento de las cuentas municipales. En temas de números, la alcaldesa recordó que se han encontrado con 115 millones de euros de herencia heredada y con pagos pendientes de la Generalitat Valenciana de más de 8,8 millones, a lo que se añaden 16,5 millones de facturas por pagar y más de 55 millones de euros que el PP siempre presupuestaba como ingreso y que nunca llegaron a la institución. Pese a todo, «se ha conseguido reducir la deuda de la Generalitat con Castelló hasta los 3,5 millones de euros y hemos acortado a cuatro días el pago a proveedores», comentó Marco.
Próximo año
Con todo ello, las esperanzas están puestas ahora en el presupuesto de 2016, el diseñado por PSPV y Compromís con el apoyo de Castelló en Moviment desde la oposición. Varios son los retos para el año que viene: una nueva relación con la ciudadanía más participativa, un cambio en las prioridades políticas -con más atención a las personas-, un nuevo impulso a la economía y una gestión más eficaz y transparente».
En esta línea, subrayó los 16 proyectos aprobados para inversiones sostenibles y la activación del pacto local por el empleo. En materia de bienestar social, la alcaldesa recordó que lo primero que hizo el equipo de gobierno este pasado verano fue abonar las ayudas para emergencia social, «que son las que se dan a las familias que no tienen para comer y que acumulaban un retraso en el pago nada menos que de tres meses. Finalmente, ensalzó que se haya triplicado el número de niños atendidos en los comedores escolares, la firma del protocolo con la Audiencia Provincial en materia de desahucios y la lucha contra la pobreza energética.
