Es digno de admirar lo que está haciendo la plantilla y el cuerpo técnico del Huracán de Valencia. Lleva más de dos meses sin cobrar, prácticamente sin junta directiva en el club. Abandonados de la mano de Dios incluso han tenido que poner dinero de su bolsillo para pagar arbitrajes y de esta manera evitar que el equipo sea excluido de la competición. En el Huracán está el delantero castellonense David Cubillas Peña (19 de junio de 1990). Él firmó dos goles el sábado en el partido ganado contra el Badalona (3-2), y a pesar de todas las calamidades, en las cuatro últimas semanas ha firmado cuatro dianas. Primero una al Villarreal B, después otra al Barcelona B y el sábado dos goles.

Cubillas, al igual que muchos compañeros de equipo, podrían abandonar la disciplina del Huracán en enero debido a los graves problemas. La situación es insostenible. Su tarjeta de visita, hasta la fecha, es de 15 partidos disputados, con 828 minutos, cuatro goles y tres cartulinas amarillas. Se dijo hace unas semanas que su futuro podría estar en el Castellón.

Marcó David Cubillas, como también lo hizo una semana más el experimentado delantero betxinense Pau Franch. El primero para el Arandina ante el Lealtad, al que derrotaron por 2-1. También firmó un gol (y lleva ya dos en diez encuentros) el joven lateral izquierdo vila-realense Sergi Segura, con el Leganés B ante el Colmenar Viejo (2-0).

Por lo demás, estreno del portero benicarlando con el Crevillente en el partido empatado en casa contra el Benigànim, Y entre los partidos con más representación provincial fue, sin duda alguna, el de Liga Nacional entre el Valencia B y el Acero (5-0), donde se dieron cita diez provinciales, dos en la escuadra valencianista (Quique Badía, Pau Navarro, Sergi Pérez, Carlos Soriano, David Beri, Carlos Panadés, Pablo Monroy y Cristian González) y dos en los porteños (Emili Bernad y David Isierte). Y eso que tres se quedaron sin entrar en las convocatorias.