El año 2015 toca a su fin y el Villarreal, después de salvar uno de los momentos más delicados de la temporada, vuelve a tomar aire. Las lesiones y el apretado calendario habían provocado un bajón en el nivel competitivo del conjunto amarillo. Una única victoria en siete encuentros ligueros y el empate en Plzen, que mandó al submarino a la segunda posición de su grupo en la Europa League, evidenciaban el bache amarillo.
Pero diciembre ha supuesto la resurrección del Villarreal, con tres triunfos consecutivos en Liga y la clasificación para los octavos de Copa del Rey. Un buen final de 2015, a la espera del partido de Nochevieja frente al Valencia, que ha hecho que el técnico del equipo, Marcelino García Toral, afirme que los castellonenses llegan al final del año en un momento «muy bueno» en cuanto a puntos, situación y competitividad. Además, a la espera de la visita de Papá Noel mañana, el preparador asturiano ha pedido un 2016 sin lesiones, ni bajas. Si la enfermería se va vaciando, considera que el Villarreal podría completar una gran temporada.
Para el entrenador del submarino se debe valorar la capacidad de su equipo para «superar todas las adversidades que se han sufrido y pese a ello ser capaz de competir». Así lo demuestra que el equipo sea ahora mismo quinto en Liga, a un punto de puestos de Champions League. Respecto a 2016, señaló que lo espera «más tranquilo» y con la opción de recuperar efectivos. Añadió que alcanzar la clasificación para competir en Europa por segundo año no es fácil «y menos resulta repetirlo de nuevo».
También valoró Marcelino, en este balance de 2015, la capacidad de superación de sus jugadores, en un año marcado por las lesiones. Las más graves, las de Matteo Musacchio y Sergio Asenjo. En el caso del primero, ya ha vuelto a jugar tras siete meses sin hacerlo y el segundo apura su recuperación, después de ocho meses de bajas. Además, el equipo perdió a Bruno Soriano en el tramo final de la pasada temporada. «Las lesiones han hecho las cosas muy complicadas, ya que se ha tenido que competir con menos opciones y sin todos los efectivos», aseguró Marcelino.
Por eso, incidió en los treinta puntos logrados hasta ahora en Liga. «No es lo mismo competir con todos que hacerlo con unos pocos», puntualizó. «Espero que podamos tener más efectivos el año que viene, tener más tranquilidad y con ello luchar con más y mejores opciones», sentenció el técnico.
La solidaridad, vital
Ante el Huesca, en la vuelta de Copa, el Villarreal afrontó el duelo con nueve bajas y, frente a la Real Sociedad, con ocho. Para poder superar esta mengua del potencia, Marcelino García apuntó que ha sido básica la solidaridad. «La solidaridad de los jugadores ha sido vital para lograr lo que se ha logrado», argumentó. Algo a lo que hay que añadir la capacidad de sacrificio y de trabajo de los efectivos en condiciones para competir en estos meses.
Finalmente, el entrenador del Villarreal recordó que a la vuelta del descanso navideño llegan partidos importantes con un calendario complicado e intenso. Para superarlo, necesitarán ser competitivos para crecer y cerrar la temporada lo mejor posible en la clasificación.
