Cruz Roja Castellón ha puesto en marcha un año más el proyecto Sara en las localidades de Castelló, Vila-real y Almassora. En total han participado 53 mujeres de edades comprendidas entre los 20 y los 50 años, de diferentes nacionalidades, pero todas ellas con un denominador común: hijos pequeños a su cargo y muchas ganas de superar obstáculos en la mayoría de los casos. En el último curso realizado en Castelló, se contó con la participación de 17 mujeres, según explicó ayer la entidad social.

El proyecto que lleva a cabo Cruz Roja en colaboración con el Instituto de la Mujer y el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, a través del Fondo Social Europeo, va dirigido a mujeres mayores de 16 años, residentes en España que necesiten mejorar su empleabilidad en el mercado laboral. Para ello, se realizan talleres de 80 horas de duración que incluye los siguientes módulos: comunicación, autoestima, habilidades sociales, desarrollo de la motivación y búsqueda activa de empleo.

Los talleres se complementan con tutorías individuales que constituyen un refuerzo de acompañamiento a las participantes del programa, un valor añadido a la propia dinamización de las sesiones de los talleres. «Un espacio de seguimiento y acompañamiento de carácter individual muy importante y necesario de cara a resolver dudas y situaciones de emergencia», señaló la organización.

El trabajo grupal y personal que propone el proyecto Sara, a través de los talleres y las sesiones individuales, es entendido como una etapa previa al itinerario de inserción, donde se trabajan aspectos personales relacionados con la autoestima y las habilidades sociales. Los talleres, además, facilitan la participación de las mujeres, ya que las clases son por las mañanas, mientras sus hijos están en el colegio. De esta manera, las alumnas pueden participar en las visitas o excursiones a bibliotecas, museos, exposiciones, o conocer asociaciones de mujeres que les pueden aportar información valiosa.

Ester Sánchez, dinamizadora del curso, destacó «los vínculos que se establecen entre las mujeres del grupo, fomentan redes capaces de apoyarse para salir adelante e incluso fortalecer la autoestima. Además, se realiza una aproximación a las nuevas tecnologías, se les enseña a preparar el currículum o a hacer frente a una entrevista de trabajo, entre otros aspectos».

Al finalizar los cursos numerosas alumnas han conseguido un puesto de trabajo en el sector comercial, de atención domiciliaria y en talleres de confección. El resto se han incorporado a los circuitos del plan de empleo de Cruz Roja para continuar con su formación que facilite la incorporación al mercado laboral, según explicó la entidad.