El Ayuntamiento de Nules tiene previsto abordar el proyecto de insonorización de la sala de estudio de la biblioteca municipal, una propuesta que, según confirmó ayer el concejal responsable de estas instalaciones, Antoni Romero, ya se habría incluido en los presupuestos municipales, que en estos momentos se encuentran en elaboración, con una partida de 9.000 euros que hará posible que se mejore esta área «muy frecuentada en época de exámenes y que, quienes la hemos utilizado para estudiar, hemos tenido que sufrir los inconvenientes de la falta de aislamiento».

La biblioteca municipal de Nules está distribuida en una planta baja y dos plantas. La primera es la sala de lectura y la segunda, la de estudio, aunque no existe ninguna separación física, salvo unas escaleras abiertas, lo que no impide que cualquier ruido, tanto interior, como exterior, suponga un inconveniente para quienes eligen este espacio para estudiar.

De este modo, el proyecto consistiría en la instalación de una especie de mampara transparente, pero que insonorizaría la segunda planta, garantizando un espacio libre de ruidos y molestias. La idea del concejal de Bibliotecas es que los trabajos se inicien «en cuanto esté aprobado el presupuesto», teniendo en cuenta que en febrero ya han finalizado los exámenes, pero en la recta final del curso vuelve a reproducirse la misma situación.

Voluntarios durante exámenes

Precisamente estos días y hasta finales del mes de enero, es habitual encontrar esta sala llena de estudiantes que están preparando los exámenes finales del trimestre. Para hacer posible la ampliación del horario de apertura de las instalaciones, la biblioteca ha vuelto a recurrir a la implicación de voluntarios, jóvenes estudiantes que se comprometen a abrir y cerrar el edificio, y notificar a las autoridades si se produce cualquier incidencia.

En total se cuenta con la colaboración de 16 voluntarios que se organizan en horarios para cubrir las horas de ampliación «que ellos mismos nos propusieron». De este modo, al horario habitual de apertura de la biblioteca, de lunes a viernes entre las 9 y las 13 horas, y entre las 17 y las 21 horas, se incorpora la apertura entre las 15 y las 17 horas, así como entre las 21 y 22 horas entre semana, a cargo de voluntarios, así como los sábados de 15 a 22 horas, y los domingos de 9 a 14 horas y de 15 a 22 horas.

Romero aseguró estar muy satisfecho «por la responsabilidad e implicación de los jóvenes», que están perfectamente coordinados a través de un grupo de whatsap, lo que garantiza que se cumplan todos los horarios establecidos, aunque su intención de cara al próximo curso es «conseguir un salari jove o unas becas para cubrir este horario extraordinario». Romero añadió que todos los voluntarios «están asegurados».