«Queridos Reyes Magos, tengo una reivindicación». Así podría empezar la carta que cada mes de enero desde hace varios años se escribe desde la Asociación de Vecinos de Carbonaire y adyacentes en la Vall d'Uixó, planteando una serie de deseos que como objetivo final comparten la idea de conseguir el barrio que quieren, aunque en esta ocasión, quizás con la esperanza de que un texto infantil cale más en la voluntad de los monarcas, se ha redactado como si fuera obra de un niño, aunque la lista de demandas tiene poco de juego.

Otra diferencia de esta carta respecto a las que escribieron en años anteriores, es el hecho de que se enmarque dentro de un proyecto global sobre el que vienen trabajando los vecinos para «debatir sobre las cosas que queremos que se mejoren en nuestro barrio y cómo nos gustaría que se hiciera», tal y como explicó ayer el presidente de la asociación, Miro Sánchez.

Hace varias semanas, como informó Levante de Castelló, ya se organizó un encuentro vecinal en el que los asistentes tuvieron la oportunidad de plantear sus ideas al respecto. Previamente se había elaborado un documento, que se remitió al ayuntamiento, en el que se recogían diferentes propuestas de mejora en cuatro grandes bloques, aunque todos tienen que ver con la seguridad, la calidad de vida y la posibilidad de aprovechar las potencialidades de uno de los barrios más grandes de la ciudad. A finales de enero está previsto que se celebre un segundo encuentro, mientras la asociación sigue a la espera de que desde el equipo de gobierno se concrete una cita «para empezar a reflexionar sobre nuestras propuestas».

De momento la carta para los Reyes Magos ya ha sido enviada, y en ella su pequeña autora, que da voz a todos los vecinos, entre otras cosas pide «que me traigáis un barrio más seguro para pasear y poder ir a casa o a la escuela más tranquila», al tiempo que afirma: «Me pido un barrio con más árboles y plantas, donde sea más fácil ir a la montaña. Dice un amigo que somos la puerta a la Serra Espadà, pero yo no he visto esa puerta». Y como no todo tienen que ser reclamaciones, también se reconoce los regalos recibidos, como la actuación que se ha realizado en la carretera de San José, una reivindicación histórica del barrio para dotar de mayor seguridad los desplazamientos desde el Carbonaire hasta el paraje de San José.