Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Un artista fallero 100 % benicarlando

El Casal de Oficios Falleros que sembró el germen del oficio en Benicarló cumple 25 años y es ahí donde se diseñaron y fabricaron los gigantes de la ciudad Tolo y Mar, entre otros

Un artista fallero 100 % benicarlando

Para Dani Ballester su labor termina cuando el fuego concluye el ciclo con sus llamaradas cada 19 de marzo y los «ninots» que ha diseñado y elaborado para cada falla sucumben al fuego dando la bienvenida a la nueva estación del año. El factor efímero del monumento fue una de las enseñanzas que aprendió en el Casal de Oficios Falleros que Benicarló inauguró en 1991 bajo mandato de Vicente Rambla, y que sembró en una ciudad fallera como esta el primer germen artístico vinculado con la producción y construcción de monumentos falleros. En el Casal de Oficios Falleros se diseñaron y fabricaron los gigantes de la ciudad, Tolo y Mar, y la familia de cabezudos que los acompañan. También fue el mismo Casal el que construyó, durante el tiempo en el que permaneció en funcionamiento, el monumento fallero de la falla el Grill, obteniendo además el primer premio con una falla infantil que los alumnos realizaron para una de las fallas de Benicarló.

De todos los alumnos con los que contó aquella iniciativa, Ballester ha sido el único que ha continuado con el oficio. Posteriormente, la ciudad ha generado otros artistas, pero él podría ser catalogado como el más veterano. Actualmente, y 25 años después de aquella iniciativa, Ballester, de 45 años, combina su trabajo como artista fallero con otros en ámbitos diferentes que le permiten vivir y poder dedicar parte del año, cuando hay encargos, a su verdadera pasión, al oficio que le gusta. La mayoría se dedican a diseñar y construir fallas infantiles, aunque alguno de ellos también se ha lanzado en la construcción de monumentos de mayor envergadura. Este año Ballester está llevando a cabo la realización de dos fallas infantiles destinadas a fallas de Benicarló y una falla infantil que viajará hasta Valencia; «somos tres los artistas falleros los que estamos realizando fallas infantiles en Valencia». Para construir una falla de mayor envergadura, se precisa disponer de un taller de grandes dimensiones y de trabajadores que puedan participar de su construcción, como explica, de ahí la dificultad de acometer monumentos más grandes, aunque en Benicarló sí habría demanda, pero Ballester indica que son las propias comisiones las que escogen a los artistas, «nosotros no tenemos potestad», comenta, añadiendo que ha habido años en los que ha elaborado cinco fallas infantiles, y en otros que solamente dos, como sucede en este 2016. Ballester afirma que es un trabajo «que se disfruta mucho si se ama todo el proceso de elaboración de una falla». Un proceso creativo que culmina cuando la figura se desvanece entre las llamas, «es un trabajo tuyo, y te has implicado, y al final te quedas muy satisfecho».

Numerosos premios

El artista fallero cuenta en su currículum con diversos premios que acreditan sobradamente su valía. De todos ellos Ballester destaca el haber ganado el primer, segundo y tercer premio durante dos años consecutivos además del ninot indultado, máximos galardones que constan en su palmarés. El año pasado consiguió un segundo premio de falla infantil, y en el 2014 el primer premio también con una falla infantil y el premio del «ninot» de exposición. El artista fallero tiene previsto su próximo trabajo para una foguera, en Alicante, un proyecto en el que repite experiencia por segundo año consecutivo.

Respecto a la evolución en el universo del «ninot», Ballester constata que el oficio tal y como se enseñaba en el Casal ha sufrido variaciones y se ha adaptado a los tiempos. Los moldes que se generaban a partir del modelado en arcilla y el cartón piedra se han ido sustituyendo por el poliespan y el cartón que protege para después aplicar el gotelé que permitirá lijar la pieza y decorarla. Ya no se utiliza óleo para el acabado final, como sí se hacía años atrás, sino que ahora todo pasa por pintura plástica. En cuanto a las formas también se han visto alteradas, ya que el clásico «ninot» actualmente adquiere un volumen más de comic, y las clásicas figuras también han modernizado su estructura, «no son tan reales como antes, son más tipo comic, actualmente por ejemplo, se estila mucho la línea recta y la pintura tipo manga». Una revolución que consigue que el arte fallero evolucione y se adapte a los nuevos tiempos.

Compartir el artículo

stats