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«Per un Castelló sense cagalló»

La plataforma distribuye pegatinas para colocarlas junto a los excrementos y recalcar el acto incívico de los dueños

«Per un Castelló sense cagalló»

A los ciudadanos de Castelló ya no les sirve de consuelo el manido argumento de que pisar una caca de perro trae buena suerte. Han pasado a la acción para contrarrestar la conducta incívica de algunos propietarios que no retiran las deposiciones de sus mascotas y dejan calles, plazas y jardines impregnadas de heces.

Un grupo de vecinos ha recurrido a las redes sociales como plataforma de denuncia pública. Sin perder el sentido del humor, han creado el perfil «Per un Castelló sense cagalló», en el que cuelgan las imágenes de las cacas esparcidas a lo largo de la ciudad. La página de Facebook incluye un amplio reportaje fotográfico del Castelló más escatológico. Además, los miembros de este grupo han puesto a disposición de los ciudadanos pegatinas para emplazarlas junto a los excrementos de los perros (en algunos casos se colocan a modo de banderín) y resaltar así el acto incívico.

«Denunciamos la falta de civismo de algunos propietarios de animales y exigimos al Ayuntamiento de Castelló más limpieza en nuestras calles», señalan los promotores en su carta de presentación. Uno de ellos explica a este diario que la iniciativa surgió hace un año tras constatar «que hay zonas de la ciudad que están llenas de excrementos y de orín», por lo que decidieron dar visibilidad a este problema. Otros vecinos se han unido a la causa colgando fotos de excrementos diseminados por toda la ciudad.

«Sabemos que hay muchas personas que tienen mascotas y recogen los excrementos, pero hay otras que no lo hacen. A estas últimas queremos transmitirles que todos paseamos por las mismas calles y que han de que tener más respeto y responsabilidad», explica el ideólogo de la campaña. Así mismo, pide al ayuntamiento más contundencia para contrarrestar esta práctica incívica e irregular, ya que vulnera la ordenanza municipal.

Desde el asociacionismo vecinal también han denunciado en repetidas ocasiones el problema de las cacas de perro. La presidenta del colectivo Raval de la Trinitat, Inma Roig, recuerda que su entidad ha reclamado de forma insistente al ayuntamiento más control en este asunto, ya que la presencia de excrementos «es una constante en la ciudad».

El ayuntamiento ha procurado, en los últimos años, instalar pipi can en buena parte de parques y plazas públicas. Sin embargo, en los barrios periféricos este servicio está menos atendido y la presencia de defecaciones es una constante. La ordenanza municipal señala como falta leve «no adoptar las medidas oportunas para impedir que los animales de compañía ensucien las vías» y marca sanciones que oscilan entre los 30,05 y los 601,01 euros.

En los últimos años, el ayuntamiento ha activado diversas campañas para evitar que las cacas de perro sigan esparcidas por la ciudad. Se han reforzado los controles policiales en aquellos enclaves donde es más habitual el paseo de mascotas. También se han desarrollado campañas de concienciación ciudadana e incluso talleres de educación canina. Además, se ha creado una brigada especial de limpieza para actuar en las inmediaciones de los colegios, donde más quejas vecinales ha recibido el ayuntamiento.

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