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La Pigà versus Bob Esponja

El tradicional Betlem de Castelló y tradiciones de la ciudad sustituyeron en el desfile de Reyes las animaciones de dibujos animados de años anteriores

La Pigà versus Bob Esponja

Los cambios suelen llegar acompañados de la habitual controversia. La cabalgata de los Reyes Magos de Castelló presentó este año una imagen renovada en la que cobraron importancia el costumbrismo y las raíces castelloneras. Este formato fue bien recibido por la mayoría del público castellonense y no generó la polémica vivida en Madrid, pero los detractores los tuvo e, incluso, se pudieron escuchar gritos en la calle Mayor de un grupo de adultos delante de sus propios hijos y nietos.

«Yo he visto la cabalgata en Gobernador y ha sido fantástica; lo más bochornoso han sido los abucheos y gritos de padres y abuelos en la calle Mayor, un comportamiento poco ejemplar», afirmaba una espectadora en las redes sociales. En la calle Mayor se produjo un momento de tensión cuando parte del público pitó a la comitiva real por el retraso de la cabalgata y por desfilar con calesas en vez de con las carrozas que portaron en el resto del itinerario. La organización optó por los carros en la calle Mayor para garantizar la seguridad.

La mayoría de testimonios expresaron su satisfacción por la incorporación de motivos castelloneros, pero hubo quien lamentó la falta de los espectáculos de animación infantil de años anteriores, que estaban presididos por Bob Esponja o dibujos de Disney. Unos subrayaban que con la irrupción de l Betlem de la Pigà, de Cavallers Templers, Moros y Cristianos y l'Aljama la cabalgata ganó en autenticidad, mientras otros esgrimían que se asemejaba más al Pregó de Magdalena. Un asistente señaló que el acto fue más ecléctico que autóctono ya que contó también con actividades desligadas de la tradición de la ciudad. Otro comentario cuestionó que el personaje de San José fuera vestido de castellonero.

El desfile finalizó una hora más tarde de lo previsto. La Junta de Festes apostaba por otro modelo de cabalgata y en la misma participaron multitud de colectivos y de personajes históricos de la ciudad. Más de 20 asociaciones locales, 14 carrozas y 1.000 figurantes desfilaron por las calles del centro de Castelló. El Betlem de la Pigà capitalizó este espíritu renovado, pero también se dieron cita Nanos y Gegants del Corpus, dimonis y música de dolçaina y tabal.

Frente a las críticas por la ausencia de grupos infantiles, un defensor de la nueva cabalgata respondió: «mejor carromatos que no soldados imperiales o Bob Esponja».

Nunca llueve a gusto de todos. Fue una cabalgata diferente. Fue más tradicional, aunque las críticas procedieron principalmente del sector más conservador de la capital. En los ejercicios anteriores, los más reacios a los cambios veían bien la presencia de personajes de Disney en la cabalgata de los Reyes Magos. Cabe recordar que una nueva Junta de Festes ha organizado su primera cabalgata. El equipo de Juanvi Bellido puso fin el pasado mes de octubre a los 13 años de la presidencia de Jesús López.

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