El pasado uno de enero, hace ahora poco más de una semana, Els Lluïsos de Vila-real celebraron, nada más y nada menos, el 143 aniversario años de su fundación. Desde que en 1873 algunos miembros de la Asociación de San Elías fundaran la congregación, Els Lluïsos han vivido épocas muy diversas. Se cuenta, a modo de anécdota, que la congregación nació como la alternativa para hombres de las dos conocidas hermandades vila-realenses de mujeres, las Rosarieras y las Purisimeras. Precisamente los maridos y allegados de estas últimas decidieron emprender el proyecto de crear una congregación solo para hombres. Con el paso de los años y la evolución de la sociedad, comenzó a permitirse la entrada de mujeres en la congregación y, hoy en día, prácticamente suponen el cincuenta por cien de los miembros de su Junta.

Pese a que Els Lluïsos de Vila-real son más que conocidos tanto el municipio como en el resto de la provincia de Castelló, mucha gente desconoce la gran capacidad de organización de actividades y de transmisión de valores que en la actualidad poseen. Echando un vistazo a su programación, se puede comprobar como son capaces de llenar el calendario de citas y actividades durante prácticamente los doce meses del año. Desde el mes de enero, en el que organizan desde hace más de cuarenta años la «matxà» de Sant Antoni, hasta doce meses después cuando llevan a cabo el concurso de belenes tanto para adultos como para menores.

Charlando con Mossèn Javier Aparici, o con Mari, Richard o David, algunos de los jóvenes que hoy en día están al frente de la congregación, cuesta poco entender cuál es el objetivo y la solidaria forma de trabajar de su Junta. Desde hace más de cuatro décadas, Els Lluïsos llevan a cabo una labor de dinamización social y transmisión de la fe a los más jóvenes de Vila-real que difícilmente sería substituible por algún otro tipo de entidad u organización. Cada verano, y ya desde finales de la década de los sesenta, Els Lluïsos se desplazan lejos de sus casas para realizar el campamento anual. Durante más de dos semanas, decenas de niños y niñas comparten convivencia, reciben valores de solidaridad y altruismo y disfrutan de algo tan sencillo como la amistad. Los más mayores se atreven con el vivac y los pequeños amplían su conocimiento de la naturaleza con las distintas marchas que realizan.

Trabajando por Vila-real

No todo han sido épocas gloriosas para Els Lluïsos, ya que, por ejemplo, durante la Guerra Civil desaparecieron casi por completo sus archivos. Pero ni este tipo de cataclismos han podido con las ganas y la fe en continuar de sus miembros. Durante el último tercio del siglo XX recuperaron actividades como la Revista Parlada Camino, una de las pocas publicaciones de este estilo que se conservan en todo el estado y que se escenifican hasta cuatro veces al año. O su publicación Exágono, que después de algunos años sin publicarse, vuelve a editarse de forma trimestral. Avanzando en el calendario, Els Lluïsos organizan sus propias fiestas una semana después de las patronales que abren el mes de septiembre. Y por si faltara algo de actividad física, cada mes de noviembre recogen fondos para distintas organizaciones benéficas a través de su carrera solidaria anual. Cada tercer domingo de mes, celebran su propia misa y si el tiempo, sus trabajos y los estudios lo permiten, reúnen a centenares de niños de los colegios de Vila-real en las Olimpiadas científicas, artísticas y lingüísticas que también decidieron aportar a la sociedad de su municipio.

Cada semana, la veintena de personas que forman la Junta se reúnen para continuar innovando y repartiendo valores y fe con la inacabable oferta de actividades y actos que organizan.

No cuesta de entender, por tanto, que Els Lluïsos superen los 600 congregantes en la actualidad, ya que el empeño, el trabajo desinteresado y la transmisión de conocimientos y valores ha sido siempre su fuerte. No cuesta de imaginar que seguirán creciendo, y que los 143 años de historia con los que cargan a sus espaldas, serán los mejores cimientos para continuar durante, como mínimo, un siglo y medio más.