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Una iniciativa docente de muy buen comer

Cada uno de los miembros de la agrupación aporta sus tradiciones culinarias y se reúnen en la cocina que dejó de utilizarse cuando la jornada escolar pasó a ser continua

Una iniciativa docente de muy buen comer

El origen de la Societat Gastromònica Benigasló se justifica con facilidad, «todos sabemos que alrededor de una mesa todo es más distendido y la conversación es más fluida», por lo que un grupo de profesores de secundaria consideró que reunirse para comer era la mejor manera de dar pasos por la integración, cultivar las relaciones personales y crear un buen ambiente docente en un instituto que acababa de abrir sus puertas.

De hecho, esta agrupación gastronómica surgió cuando el centro «todavía no tenía ni nombre», tal y como recuerda uno de sus fundadores, Paco Nebot. Al igual que el instituto, la plantilla de profesores era nueva, venía de otros centros, de distintas procedencias, por lo que todo estaba en proceso de creación y consolidación. «Un grupo reducido de profesores de la Vall vimos la necesidad de que todos nos conociéramos mejor, y así crear un ambiente necesario para poder llevar a cabo un proyecto común». Según Nebot, «solo teníamos relación en las reuniones y grupos de trabajo pedagógicos y didácticos y en las actividades grupales que organizábamos».

Y así empezó todo, como un intercambio no solo personal, sino también cultural, dado que cada cual aportaba un poco de sí mismo, por lo que a tradiciones culinarias respecta. Nebot recuerda como una compañera vasca «preparó un marmitako», un compañero de León aportó productos típicos de su tierra, o un profesor de Borriana «trajo 'flaons' y nos preparó una fideuà, porque dijo que en Borriana se hacía de manera diferente».

Paco Nebot recuerda que la sociedad se creó con una doble excusa, la gastronómica y la económica, de hecho el nombre está intencionadamente formulado para darlo a entender. «Indistintamente de lo que se cocine, el dinero que aportamos siempre es el mismo, 10 euros», explica, de manera que reunirse periódicamente «no sea gravoso para nadie». En el caso de que sobre algo se destina a comprar utensilios de cocina «porque tenemos muy claro que esta iniciativa no tiene que ser una carga para el instituto».

Uso de la antigua cocina

Al principio aprovechaban las instalaciones del comedor con las que contaba el centro, dado que los alumnos desplazados de Alfondeguilla se quedaban a comer cuando la jornada era partida, cuando esta pasó a ser continua, conselleria desmanteló la cocina. La Gastromònica utiliza esas antiguas instalaciones, aunque no solo asumen el coste de los productos que cocinan y los materiales que utilizan, sino que además «lo limpiamos todo».

El número de participantes no suelen ser menos de 15 personas y algunas veces «hemos llegado a ser 50».

Los platos estrella de sus reuniones son «inevitablemente» los de la Vall d'Uixó como el «empedrao», la paella, el puchero, el «Terra i mar» o el «Mucho te quiero», una mezcla de patata, longaniza, morcilla y cebolla «todo flotando en aceite», que aunque parezca poco saludable, es sin duda una delicia para el paladar.

Los miembros de la Gastromònica no desprecian ningún plato, ya sea salado o dulce, de cuchara o de tenedor y cuchillo, y como reconoce Nebot «han pasado los años, pero la sociedad continúa haciendo su papel con el nuevo profesorado que se incorpora», al tiempo que insiste en que los profesores que se jubilan, como sería su caso y el de otros 3 compañeros más que son unos incondicionales de estas reuniones, «continuamos formando parte y somos miembros activos en la confección de los platos, para que los que están dando clase lo tengan todo preparado y no haya ningún tipo de interferencia en su tarea docente».

El presidente de la Gastromònica, Julio Pifarré, es el cocinero oficial, por su habilidad en los fogones, mientras que otro compañero, Vicent Rebollar, se encarga de la intendencia y se preocupa por el bienestar de todos. Los que forman parte de esta sociedad están convencidos de que el objetivo está cumplido y ha influido positivamente en su trabajo, ya que a pesar de que entre los condiciones está no hablar de lo que sucede durante la jornada laboral, siempre acaban haciéndolo aunque con el objetivo de mejorar.

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