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El (posible) regreso del lobo

Los especialistas coinciden en que la abundancia de corzos y jabalíes en Castelló abonan el terreno para el lobo

El (posible) regreso del lobo

Pocos animales despiertan en el ser humano una fascinación como el lobo, exterminado de las comarcas castellonenses en el siglo XIX y del que no se ha vuelto a tener noticias, a excepción de un ejemplar aislado abatido en 1987 en Morella. Los especialistas coinciden en que se dan las condiciones para el regreso de este cánido salvaje, que prosigue su lenta expansión desde sus reductos del norte peninsular.

La Conselleria de Medio Ambiente se muestra prudente a la hora de aventurar la reaparición del lobo en los montes de Castelló. Según señalan desde este departamento, «es poco probable a medio plazo», aunque añaden que el incremento de las poblaciones de corzo, presa principal del lobo, «podría hacer pensar en una próxima llegada». Las mismas fuentes recalcan que todo depende de la evolución del lobo en Aragón, donde ya se han detectado algunos ejemplares en zonas de Teruel.

Más optimista se muestra el portavoz del grupo ecologista Gecen, Francisco González, quien incide en que el avance del lobo por el Sistema Ibérico invita a pensar que pueda llegar a Castelló, dada su gran movilidad y capacidad de adaptación. González coincide en que la expansión del corzo por toda la provincia (incluso en el Desert de les Palmes) abona el terreno para el regreso del lobo, que también podría ejercer una función reguladora de la población de jabalíes, que se han convertido en una plaga al carecer de depredadores naturales.

Según el representante del colectivo conservacionista, en el interior de Castelló se dan las circunstancias propicias para la colonización del cánido silvestre, cuyo hábitat requiere una baja densidad de población humana (menos de 10 habitantes por km2) y una alta densidad de presas, como el corzo y el jabalí. Recalca que Castelló podría acoger de forma estable hasta 20 clanes familiares, con un centenar de ejemplares.

Sensibilización y prevención

El portavoz de Gecen considera que habría que preparar a la población para el regreso del carnívoro, sobre todo en las zonas rurales, y realizar una gestión consensuada para su preservación. «Los ganaderos deberían adaptarse y, por ejemplo, encerrar por la noche a los animales en aquellas zonas donde pastan al aire libre. Por su parte, la administración debería articular ayudas ante posibles ataques a rebaños, con el objetivo de evitar que se repitan los viejos problemas y que el lobo sea de nuevo percibido como un enemigo», asevera González.

Más de un siglo después de su desaparición, la huella del lobo sigue presente en tierras castellonenses, donde da nombre a enclaves geográficos, como el barranco del Lobo del Cirat. También perviven historias en la tradición oral, como la que cuenta que el último lobo lo mató en Albocàsser a finales del siglo XIX un pastor al que no dejaron acudir a la batida que organizaron los vecinos para vengar la muerte de algunas reses.

En 1987 se cazó en Morella un macho de lobo, un individuo aislado que no formaba parte de ninguna manada. Desde entonces, el emblemático carnívoro no ha vuelto a dar señales de vida en Castelló , aunque en un futuro no tan lejano podría volver a escucharse su aullido.

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