El triunfo sobre el Rayo Ibense valió tres puntos y un récord. El Castellón de Kiko Ramírez igualó la segunda mejor racha de victorias, las ocho que cosechó el equipo de Manuel Cruz en la temporada 1957-58. Los albinegros quedan aún lejos de la mejor de siempre: las doce victorias consecutivas de la escuadra que dirigía Pedro Sará, en la campaña 1964-65.

Aquel equipo competía también en Tercera, aunque cabe matizar que entonces no existía la Segunda B. En 1964 eran quince los grupos de Tercera. El Castellón militaba en el noveno, desde que bajara de Segunda en el año 1961. Venía de perder una promoción ante el Sabadell, y perdería ese año otro cruce letal con el Jaén. El ascenso tendría que esperar un año: se logró en Elda en 1966.

El récord de victorias se consiguió frente a Alcoyano, Burriana, Atlético Levante, Onda, Olímpic de Xàtiva, Oliva, Carcaixent, Buñol, Requena, Atlético Saguntino, Alzira y Sueca. La racha se truncó con un empate con el Gandía que, a la postre, fue el segundo clasificado. El Castellón, entrenado por el argentino Sará, terminó campeón de Liga.

El ascenso que persiguen ahora Pruden, Meseguer y compañía se le escapó a aquel equipo en el que militaban nombres míticos en la historia del club, caso de Quinocho, Tobalo, Alcañiz (padre de Pedro, delantero en los 80 y los 90, y abuelo de Ximo, central en épocas recientes) o Luis Cela, el gran capitán, que fue subiendo escalones con el club: de Tercera a Segunda, de Segunda a Primera, y en Primera, la quinta plaza y la final de Copa de 1973.

Aquel fútbol era otro, pero hay pautas que resultan familiares en el actual. Antes de iniciar la temporada, varios jugadores fueron expedientados al negarse a jugar un amistoso de pretemporada en Benicarló. El motivo de la rebeldía no era otro que los impagos arrastrados de la campaña anterior. En la presentación en el viejo Castalia, el presidente Beltrán se refirió a la necesidad de incrementar las recaudaciones. Asimismo, y a raíz de unos incidentes en el Fornàs del Puerto de Sagunto, la directiva albinegra pidió a la federación que no le pitaran más árbitros valencianos. Incluso, forzando paralelismos, un grupo de nostálgicos recuperó un club en la ciudad: el Atlético Castellón.

El caso es que empezó la Liga y el Castellón, poco más o menos, se paseó. Terminó campeón con 23 triunfos en las 30 jornadas regulares. Perdió el ascenso en una eliminatoria con el Jaén, y el entrenador no renovó. El argentino Pedro Sará, fallecido en 2004, llegó al fútbol español en 1949. Jugó seis años en el Oviedo y después en Murcia, Jaén y Alcoyano. Al fallecer, sus cenizas fueron esparcidas por el césped del Tartiere.

Ahora, entre los vivos y en el Castellón actual, paseos pocos. De hecho, en las ocho victorias consecutivas de Kiko Ramírez abundan las remontadas y los goles de última hora. En Elche y en Paterna a domicilio, y en Castalia frente a Torre Levante y Rayo Ibense, el Castellón ganó sus partidos sobre la bocina.