El Partido Socialista está repartiendo cariño en estos primeros días de funcionamiento de la XI legislatura entre formaciones llamadas a ser un apoyo quizás necesario para su proyecto de formar un «gobierno de progreso». Si el miércoles permitió que el Partido Nacionalista Vasco (PNV) tuviese presencia en la Mesa del Senado, ayer decidió prestarle a Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) los dos parlamentarios que necesita para poder formar un grupo. Se trata del senador castellonense Josep Lluís Grau y del expresidente de Baleares Josep Antich, según consta en la solicitud presentada por ERC con la firma de los diez senadores que quieren integrar el Grupo Parlamentario de Esquerra Republicana.

El reglamento de la Cámara Alta exige un mínimo de diez representantes, lo que impedía a los catalanes formalizarlo al haber conseguido sólo ocho tras las elecciones del pasado diciembre. Los dos senadores socialistas cedidos, con este acuerdo, pertenecerán al grupo de ERC hasta su constitución, pero una vez arranque el periodo de sesiones podrán volver a las filas socialistas.

Josep Lluís Grau, en declaraciones a Levante de Castelló, incidía ayer en que «se trata de un mero formalismo y un gesto de cortesía que no es nuevo ya que se ha realizado en anteriores ocasiones», por lo que insistió en que «no hay que buscarle segundas lecturas». Las negociaciones, según explica, se iniciaron estos días en el seno del grupo socialista, «y simplemente se nos propuso directamente a mí y a Antich ser las personas que diésemos este apoyo, siempre que no tuviésemos ninguna objeción, y desde luego que no la ha habido».

Lo cierto es que este apoyo del PSOE a ERC, aunque se haya dado en el pasado, se produce ahora en un contexto novedoso, con el proyecto independentista catalán como patata caliente para el futuro gobierno español y con la intención del socialista Pedro Sánchez de lograr un pacto de gobierno con otras formaciones para apartar al PP.

Sobre este punto, Josep Lluís Grau se apresuraba ayer en asegurar que este acuerdo puntual en el Senado no está vinculado a futuros compromisos de ERC con el PSOE. «No hay que sacar más lecturas que una mera cortesía, y si alguien quiere dar una visión malévola, no tiene ni pies ni cabeza». De lo que se trata es de «posibilitar que haya más grupos en la Cámara y más pluralidad».

ERC, una vez logrado este apoyo, ya tiene claros sus primeros pasos. Su portavoz, Santiago Vidal, avanza dos propuestas inmediatas que registrarán como mociones: introducir el derecho de autodeterminación en la Constitución Española y, pro otro lado, disolver el Senado. Al respecto, Josep Lluís Grau explica que «mientras se planteen cuestiones para discutirlas de forma democrática, con razones y argumentos, nos parece lo más normal».