El tenista español Roberto Bautista consiguió el tercer título de su carrera en Auckland (Nueva Zelanda) después de que su rival, el estadounidense Jack Sock, se retirase por culpa de una gripe cuando el español dominaba el marcador por 6-1 y 1-0 tras 28 minutos de partido.

"Estoy muy feliz", reconoció Bautista. "Creo que he tenido una semana fantástica. He tenido muy buenas victorias jugando un tenis precioso. Me sabe mal por Jack y quiero darle la enhorabuena porque tuvo un gran año en 2015 y le deseo toda la suerte del mundo para este 2016".

De esta manera, el español, número 25 de la clasificación mundial y cabeza de serie número 8 en Nueva Zelanda, logra su tercera corona individual. Sus anteriores triunfos fueron en Stuttgart en 2014, último año en el que el torneo se disputó sobre tierra batida y después en la hierba de Hertogenbosch ese mismo año.

El de Castellón arranca este 2016 con fuerza, tras alcanzar los cuartos de final en Madrás y sumar el título en Auckland, donde además igualó en 2-2 su cara a cara con Sock, que durante el encuentro reconoció no sentirse bien.

A punto de arrancar el Abierto de Australia, Bautista, que partirá como cabeza de serie número 24 en el primer Greand Slam del año, llega con la confianza por las nubes. Su primer rival será el eslovaco Martin Klizan, número 45 de la clasificación ATP.

Previamente, en semifinales, había derrotado ayer al francés Jo-Wilfried Tsonga ante el que levantó una bola de partido. El jugador de Castelló aspirará a sumar el tercer título de su carrera en el circuito después de volver a firmar un gran partido, en esta ocasión ante Tsonga, segundo cabeza de serie, y al que se impuso por 3-6, 7-6(3), 6-4 en dos horas y cuarto de ardua batalla.

Bautista, como ya hiciera en cuartos ante el estadounidense John Isner, sobrevivió a otro bombardeo desde el saque, con el francés firmando 17 aces, a la pérdida del primer parcial y, sobre todo, a una bola de partido en el segundo. Así, tuvo que tirar de templanza para evitar caer eliminado con 30-40 en su contra y 6-6 en el marcador. El español salvó la situación y logró forzar una muerte súbita donde consiguió equilibrar un partido que se le había puesto cuesta arriba tras perder la primera manga con claridad y verse con un break abajo al inicio de la segunda, situación de la que se recuperó al instante.

Pero en el tercero, Bautista estuvo de nuevo muy sólido y fue el que no concedió a su rival ni una sola bola de break. El castellonense desperdició dos bolas de rotura con 4-3 a su favor, pero no perdonó en su siguientes oportunidades, con 5-4, y que le sirvió para meterse en su séptima final en la ATP.

«El tenis tiene sus momentos y he sido capaz de remar a contracorriente con un rival increíble. Poco a poco con mucha intensidad y mucha valentía le he dado la vuelta al partido, al ritmo y al control del juego», afirmó el tenista castellonense. Pepe Vendrell, su entrenador, expresó a su vez: «Esta es una gran victoria, por intensidad, por perseverancia y por fe. Por el resultado se aprecia que nuestro nivel de juego ha ido de menos a más, aunque el nivel mental ha sido altísimo durante todo el encuentro».