El tenista castellonense Roberto Bautista declaró ayer que él mismo ha sufrido en primera persona las amenazas de los apostadores tras un partido en el que el resultado no fue el que éstos esperaban. «Cuando pierdes un partido te dicen de todo (...) Yo llevé un mensaje de Facebook a la comisaría. Un tipo me escribió: 'Cuidado cuando salgas de casa, que voy a estar esperándote y te voy a colgar de un árbol», confesó Bautista. «Perdí un partido con Dimitrov 7-6 en el tercer set cuando ganaba 6-3 en el tie break. Perdí y ese tío me envió un mensaje que yo salí del hotel al día siguiente mirando hacia todos los lados».

El tenista de Benlloch, que ayer avanzó en el Abierto de Australia al ganar a Martin Klizan, denunció que los tenistas sufren mucha presión por parte de los jugadores de apuestas. «Algún día habrá una desgracia por las apuestas. Es peligroso, algún día habrá un disgusto seguro».

Las victorias de Novak Djokovic, Roger Federer y Serena Williams en la primera jornada del Abierto de Australia, pasaron ayer lunes casi inadvertidas dada la denuncia de la BBC de un supuesto amaño de partidos durante la pasada década.

Los documentos de la investigación, a los que la cadena británica y el portal BuzzFeed News tuvieron acceso, señalan a 16 jugadores -algunos de ellos ganadores de Grand Slam- que figuraban entre los cincuenta mejores del mundo cuando la llamada Unidad de Integridad del Tenis les marcó como sospechosos de entregar sus partidos.

Intento de soborno a Djokovic

«A mí se me acercaron indirectamente a través de las personas que trabajaban conmigo en ese momento», reconoció en rueda de prensa Djokovic, tras derrotar al surcoreano Hyeon Chung en primera ronda. «Obviamente, dijimos inmediatamente que no. La persona que estaba tratando de ponerse en contacto conmigo ni siquiera vino a mí de forma directa», explicó el serbio. 200.000 dólares es la cantidad que supuestamente le ofrecieron en 2007 por perder en la primera ronda del torneo de San Petersburgo, al que el primer favorito en Melbourne renunció porque no quería «estar ligado a esto de ninguna manera», dijo.