Aunque las obras aún no han sido recepcionadas por parte del Ayuntamiento de Benicarló, en el colegio Ángel Esteban ya se han iniciado las clases y acoge a alumnos tras el traslado desde la antigua ubicación, emplazado en barracones, a un nuevo centro educativo al que todos, alumnos y profesores, deberán acostumbrase ahora, ya que sus dimensiones son «gigantes», como señaló la directora del centro Mar Orero, en comparación con el centro anterior.
La directora del centro y el edil de Educación, Ximo Bueno, ofrecieron ayer una visita guiada por las nuevas instalaciones, que cuentan con un amplio jardín que contiene pistas y zonas de juego. En el interior del edificio, hay biblioteca, sala de audiovisuales, gimnasio, comedor y patio interior conectado entre otras muchas dependencias, que se reparten en diferentes alas.
Como indicaba Orero, la puesta en funcionamiento del centro se ha realizado sin complicaciones, «los niños se han adaptado muy bien», indicó aunque el colegio no se encuentra aún a pleno rendimiento, «hoy (ayer para el lector) es el primer día que contamos con calefacción». Según explicó la directora, aún se están ultimando detalles y se está finalizando con la incorporación de material como pizarras y otro tipo de elementos, «lo básico está, falta impulsar la biblioteca, el aula de informática y pulir detalles».
Pizarras digitales y proyectores
Respecto a la funcionalidad del centro, que se sumaría a la mejora en las dimensiones de aulas y jardín, Orero señalaba que se ha destinado una pizarra digital a todas las aulas de infantil, además del proyector o televisiones que se encuentran en todas las aulas, a pesar que de momento el colegio aún no cuenta con red de internet. «Sobre todo los que hemos notado mucho es el espacio, porque dentro del aula ya no se tropiezan y se pueden hacer grupos».
Actualmente el centro cuenta con 30 profesores y 7 monitores de comedor, además de las dos personas que están destinadas a personal de cocina y las 4 de limpieza para un total de 475 alumnos.
Por su parte, el edil de Educación afirmó que el centro se ha abierto sus puertas demasiado tarde, «este colegio hace seis años que debería haber estado ya construido, porque había mucha necesidad, en los últimos años hemos tenido una bajada de natalidad», indicó Bueno, quien añadió que llegaría un momento en el que se tendría que bajar la ratio, «era una urgencia en su momento, en el del 'boom' urbanístico y de emigración, ahora con la crisis la natalidad ha disminuido, ya veremos cómo queda finalmente, porque a la larga Benicarló perderá alguna línea, sea en la concertada o en la pública». El edil indicó que el nuevo centro «era un reto que se tenía asumido, ahora hace falta pulir muchas cosas y reparar grandes y pequeñas deficiencias». Unos arreglos que irían a cargo del consistorio benicarlando a partir de ahora que, además, se debe hacer cargo de las facturas de agua, luz y gas, «es mucho dinero, no nos engañemos». Una carga que pasa por las arcas municipales y que se podría ver, en parte, mitigada, si por parte de la empresa responsable se desmontaran la estructura de los barracones que acogían anteriormente este centro, y que permanecen en unos terrenos que contienen una pista deportiva y por los que el consistorio debe abonar mensualmente una cantidad de alquiler, algo que permitirá recuperar un espacio deportivo que ha permanecido cerrado para la población a lo largo de 10 años. En este sentido, Bueno matizó que se la ha dado prisa a Consellería para que libere en cuanto antes los terrenos. La retirada se podría desarrollar a lo largo de esta semana o la semana próxima. Además, Bueno incidió en que el Ángel Esteban no puede esconder la necesidad perentoria de mejoras en otros centros educativos, especialmente en ambos IES, y concretamente en el instituto Joan Coromines, que incluso posee una sala en la que no se puede entrar por su peligrosidad, «volveremos a insistir porque sería completar toda la oferta formativa de Benicarló».
