El president de la Generalitat, Ximo Puig, se esforzó ayer en convencer a los periodistas de que sus declaraciones del lunes en Valencia sobre la estación intermodal no tenían el sentido que todos interpretaron. Según dijo, en ningún momento tomó partido por el emplazamiento de la infraestructura en Castelló y garantizó la neutralidad del Consell en la disputa entre la capital de la Plana y Vila-real por la futura terminal de mercancías. Puig se vio forzado a matizar sus palabras para calmar al alcalde de Vila-real, José Benlloch, quien trasladó su queja al president.

La caja de los truenos se destapó el lunes, en el transcurso del desayuno informativo que protagonizó en el «Fórum Europa» la alcaldesa de Castelló, Amparo Marco. El president Puig precedió a Marco y avaló la reivindicación de la alcaldesa de la estación intermodal. Unas declaraciones que causaron estupor en los cargos públicos presentes en el acto, ya que el Consell había mantenido una escrupulosa neutralidad en el proceso, incidiendo en que al decisión se tomará con criterios técnicos.

Un día después, Ximo Puig se vio en la obligación de precisar sus manifestaciones y señalar que la posición del Consell no ha variado. «Lo que yo dije es que es fundamental la intermodal, pero las infraestructuras no tienen nombres ni apellidos locales. Estamos donde estábamos, en impulsar la intermodal, en que Fomento plantee junto con la Generalitat un espacio técnico de reflexión y en función de esa concepción técnica se tomará una decisión política. Eso es lo que yo dije, no dije nada más. Además, no creo que sea el papel del president de la Generalitat decir dónde se tienen que poner las infraestructuras».

La consellera de Obras Públicas, María José Salvador, reiteró que la ubicación de la estación intermodal todavía no está definida y reprochó al alcalde de Vila-real, José Benlloch, la campaña de presión que ha emprendido para que su localidad acoja la terminal. «No tendría que hacer política mediática, se elegirá por criterios técnicos, no por lo que digan José Benlloch o Amparo Marco», sostuvo. La consellera, insistió en que se ha de convocar una mesa técnica entre el Consell y el ministerio para decidir el emplazamiento de la intermodal.

Por último, el alcalde de Vila-real, José Benlloch, pidió que el emplazamiento de la estación intermodal «no se decida por galones políticos, sino por razones». Benlloch incidió en que el estudio informativo que elaboró el Ministerio de Fomento sobre los accesos ferroviarios al puerto de Castelló, que recoge la estación intermodal en las inmediaciones del polígono del Serrallo, «obvia a la industria cerámica, ya que habla de importar productos químicos pero no de exportar azulejos». De ahí que Vila-real insista en su demanda de ubicar la terminal en los terrenos situados junto la N-340, frente a Porcelanosa, para dar servicio a las poblaciones cerámicas.