Los actos culturales y religiosos volverán este año a ser hegemónicos en el programa de las fiestas patronales de San Sebastián en La Vilavella confeccionado por el ayuntamiento, aunque se recuperarán algunas tradiciones que por el paso del tiempo se habían perdido, pero durante muchos años «fueron típicas en este pueblo», según explicó la alcaldesa, Carmen Navarro.

Una de esas costumbres retomadas tiene mucho que ver con una práctica singular de La Vilavella y que consiste en velar la imagen del santo en las vísperas del día de la fiesta mayor. Tradicionalmente, desde que fuera alcalde Filiberto Flors, el primer y último año de la legislatura el alcalde recibía en su propia casa la imagen, donde todos los vecinos tenían la oportunidad de acudir para participar en la vela. En los años posteriores el santo se trasladaba a la casa de distintos miembros de la corporación. Tal y como recuerda Navarro, en los últimos años esta tradición «se había dejado perder», desde su punto de vista porque durante varias legislaturas eran los mismos alcalde y concejales y «debieron cansarse», y se llevaba la imagen del patrón a la casa consistorial. El nuevo equipo de gobierno ha decidido recuperar esta costumbre, de manera que anoche San Sebastián fue velado en el domicilio de la alcaldesa, que vive este momento «con muchísima ilusión».

La vela, que Navarro no tiene constancia que se celebre en ningún otro municipio, consiste en acompañar al patrón durante toda la noche «rezando y cantando», de hecho se recibe incluso la visita de la rondalla, hasta que por la mañana, con el amanecer «la Cofradia de la Verge del Rosari canta la aurora» y los vecinos se preparan para participar en los actos centrales del programa con la romería hasta la ermita, donde se celebra la misa mayor.

La segunda tradición que se revivirá estos días también tiene una carga emotiva, ya que los devotos que acudan a la ermita tendrán la oportunidad de volver a hacer sonar la campana de manera manual, como consecuencia de la restauración de este elemento tan característico y con tanta relevancia en las celebraciones religiosas.

Como señaló Carmen Navarro, recientemente se decidió restaurar esta campana, que hasta el momento funcionaba de manera automática. Con la colaboración del Gremi de Campaners se le decidió dar una nueva vida, pero sobre todo «recuperar costumbres tan propias de nuestro pueblo».

Aunque se ha dejado todo listo para que en una segunda fase se pueda instalar un motor como alternativa, estos días tanto mayores como pequeños podrán hacer sonar su campana tirando de una cuerda como muchos habían hecho durante décadas. Se le ha querido dar tanta relevancia a este hecho, que la semana pasada se organizó una charla informativa titulada «Veus de bronze», en la que el campanero Juanma Gavara, no solo explicó el proceso de restauración de la citada campana, sino también el significado de sus toques.

Y la tercera tradición que volverá a recorrer las calles de la Vilavella será la Diana. «Antiguamente la Banda de Música hacía la diana para que todos los vecinos supieran que había llegado el día del patrón y este año, les propusimos que volvieran a hacerlo y les ha encantado la idea», comenta Navarro. Así que, a partir de las 8.30 la banda recorrerá el municipio animando a todos a participar en los actos programados.

La programación de actos, a parte de dar cobertura a varias exposiciones que dan protagonismo a artistas y fotógrafos locales, incluye una cita prácticamente ineludible para los vecinos de La Vilavella y otros municipios de la comarca, la Fira de Sant Sebastià, que tendrá lugar el próximo fin de semana. Si bien se trata de una feria al uso, con atracciones infantiles y puestos de artesanos y marroquinería, lo cierto es que desde siempre se conoce como una excusa o punto de encuentro de las localidades.