Los efectos de la crisis económica se percibieron en toda su magnitud en 2013 y 2014 por el fin de los subsidios en muchos desempleados y la contracción del mercado laboral. La prolongada recesión redujo la población extranjera en estos dos años en 21.331 personas, es decir, un 14 % de la inmigración hizo las maletas de Castelló por la falta de oportunidades laborales, según el padrón definitivo referente al 1 de enero de 2015 publicado ayer por el Instituto Nacional de Estadística.
Los datos demográficos del INE ponen de manifiesto la crudeza de los problemas económicos en Castelló. Hasta 2013, la cifra de habitantes había seguido creciendo a pesar de la crisis económica. El cobro del paro y el apoyo de la red familiar amortiguaba las dificultades económicas, pero a partir de dicho año parte de los residentes extranjeros dijeron basta y pusieron rumbo a otro país. De 2013 a 2015 pasó de 108.443 residentes empadronados a 87.112. La mayor disminución se dio en 2013 cuando la provincia perdió 14.904 inmigrantes. En 2014 se marcharon 6.422.
La comunidad foránea más importante de Castelló es la procedente de Rumanía, en este caso , ha pasado de los 49.696 habitantes en 2013 a los 37.380 en 2015. lo que supone una disminución de un 24 % .
La marcha de ciudadanos extranjeros ha comportado una caída de la población global de Castelló. En 2014, la provincia menguó en 5.181 habitantes, mientras en 2013 la caída fue de 14.191. Los residentes nacidos en España aumentaron en dichas anualidades pero este incremento autóctono fue insuficiente para contrarrestar la marcha de personas extranjeras. Tras superar los 600.00 habitantes en 2013, Castelló se situó en 2015 con 582.327.
Los ciudadanos inmigrantes representan, según los últimos datos del INE, el 14 % del padrón provincial, cuatro puntos menos que en 2013.
Por su parte, la capital de la Plana contaba el 1 de enero de 2015 con 171.669 residentes, 8.516 menos que en 2013. La inmigración se desplomó en 9.507 personas (de 37.630 a 28.123).
