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El Consell estudia vender un centro tecnológico de frutos secos que costó 2,4 millones en Almassora

El consistorio lo sitúa como «ejemplo del despilfarro» del PP Otra opción es darle un uso educativo o de bienestar social

El Consell estudia vender un centro tecnológico de frutos secos que costó 2,4 millones en Almassora

El Centro Tecnológico de Frutos Secos construido en Almassora por la Generalitat en época del PP parece tener los días contados. El responsable de Investigación y Tecnología del Grupo Compromís en les Corts Valencianes, Víctor García, avanzó ayer alguna de las posibles opciones que la Conselleria de Agricultura está estudiando para dar uso a un edificio cerrado a cal y canto, entre las que aparece su posible puesta en venta.

La titular de la conselleria, Elena Cebrián, ya visitó hace tres meses el inmueble, completamente terminado y dotado con parte de la tecnología para entrar en funcionamiento, y lo tildó de «ejemplo perfecto de la política de despilfarro y falta de previsión del gobierno del Partido Popular en les Corts». Ayer, García no se quedó atrás y manifestó que el edificio «ha sido un ejemplo de construcción sin una planificación de verdadera política de investigación y transparencia tecnológica; construido en plena crisis con dinero público, se trata de un centro fantasma que el anterior gobierno autonómico nunca llegó a dotar ni de personal ni de mobiliario ni de medios de laboratorio».

El diputado, en una respuesta parlamentaria recibida, señaló los posibles usos que el Consell está estudiando para que no «siga suponiendo un gasto y ataque a la economía de los valencianos». Según García, encima de la mesa está la opción señalada por la actual alcaldesa de Almassora, Susanna Nicolau, de «cederlo a la Universitat Jaume I para tareas de investigación y desarrollo», aunque ha querido sumar opciones como «reconducirlo a centro educativo o dotar el edificio de algún tipo de utilidad de bienestar social». Sea cual sea la decisión final, desde el Consell han señalado que «el centro genera cuantiosos gastos de mantenimiento» y se teme que pueda pasar como con el edificio de la población de Albal, donde el actual equipo de gobierno ha tenido que hacerse cargos de «los desperfectos ocasionados por ladrones en un inmueble heredado del ministerio y abandonado por el gobierno del PP en la población».

Según se informa desde la Conselleria, se encuentran «ante la imposibilidad de dotarlo de personal, ya que desde el Gobierno Central no se permite que se aumente el gasto del capítulo 1, el de personal». García cree que la situación demuestra «un cúmulo de despropósitos generados por la falta de racionalización del uso del dinero público del PP» e incluso desde la conselleria no se descarta «la venta» como solución final.

Víctor García también quiso dejar claro que «desde les Corts hemos tramitado ya una petición de documentación con el objetivo de saber en qué estudios, informes o necesidades sectoriales se basa la inversión en un centro de almendras en un municipio en el que apenas se producen frutos secos puesto que la principal producción agraria son los cítricos».

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