FAPA pide que la gestión de los libros no recaiga en los padres

En algunos municipios, como Vila-real, las ampas tuvieron que hacerse cargo de la recogida de documentación de las familias que solicitaron los primeros 100 euros de ayuda. Esto supuso una labor ingente para las asociaciones que ahora esperan no tener que asumir la gestión de la segunda fase del plan.

Una vez finalice el curso, las familias beneficiarias de la ayuda tendrán que entregar los libros ya usados para poder poder cobrar la segunda parte de la prestación, que asciende a otros 100 euros por solicitante. Eso sí, la conselleria impuso la condición de que los ejemplares presentados deben encontrarse en buen estado, por lo que es necesario que alguien se encargue de revisarlos, una tarea que las ampas de Castelló no están dispuestas a asumir. «Hay que tener en cuenta que las asociaciones están compuestas por familias voluntarias, no podemos hacernos cargo de revisar todos los libros», argumenta la presidenta de FAPA.

Además, teme que si la criba de los manuales depende de las ampas «pueden surgir conflictos entre los padres en los colegios». Por ello, pide a la Conselleria de Educación que libere a las asociaciones de esta labor.

Por otra parte, Centelles insiste en la necesidad de compensar a las centros escolares que ya habían implantado bancos de libros antes de la puesta en marcha del plan Xarxa Llibres y cree que debe reconocerse su labor. En este sentido, propone que la conselleria contribuya a la reposición de ejemplares deteriorados en estos colegios.

La segunda fase del proyecto estrella del Consell deberá quedar definida en el mes de abril, según los plazos que baraja la comunidad escolar para que a final de curso pueda iniciarse la recogida de libros. Cabe recordar que la orden que regulaba el primer tramo de las ayudas sólo contemplaba la gestión de las solicitudes y el cobro de los primeros 100 euros, pero no especificaba en qué condiciones se desarrollará la entrega de libros ni a qué entidades corresponderá.