Conselleria de Obras Públicas ha firmado con la adjudicataria el contrato de obras para el Regina Violant, un momento clave para que, una vez más, no haya marcha atrás para el colegio en Almassora. A partir de hoy, la empresa Torrescámara dispone de hasta 18 meses para levantar un colegio que los alumnos, padres y madres del actual colegio Regina Violant llevan ya casi 11 años esperando.

En el consistorio de Almassora se reunieron ayer el jefe de obras del nuevo proyecto y el director de edificación de Torrescámara con los representantes de los servicios técnicos municipales y la teniente de alcalde, Merche Galí, para poder concretar con exactitud la fecha de inicio de los trabajos y sus futuro desarrollo. Aún así, el inicio definitivo de las obras de construcción del Regina Violant aún debe esperar a un paso más, la firma de la coordinación y la seguridad del proceso, que es responsabilidad del Consell y servirá para acabar con los aspectos técnicos y burocráticos anteriores a la construcción. Tanto los representantes de Torrescámara como el ayuntamiento ya han mostrado su interés por que la firma se realice lo antes posible, ya que según manifiestan ambas partes «nos gustaría comenzar con la obra lo antes posible, incluso sin llegar al mes de margen establecido desde la firma del contrato».

El contrato de la obra que fija las diferentes circunstancias temporales de los trabajos y su financiación, estableció en 18 meses el plazo de ejecución y una inversión de 5.169.399,62 euros tras la adjudicación a Torrescámara, la empresa que presentó la mejor oferta de entre las 40 que se presentaron al concurso público. La Generalitat Valenciana abonará en dos pagos la cantidad establecida, y lo dividirá en las dos próximas anualidades su inversión para las obras del centro educativo. Por un lado pagará 4.620.000 euros en 2016, el primero de los años en el que se llevarán a cabo la gran mayoría de las obras en el actual polideportivo de La Garrofera, y completará la obra en 2017 con un presupuesto de 549.399,62 euros.

El presidente de la AMPA del Regina Violant, José A. Molina, se mostró satisfecho, «porque ahora si que ya no hay marcha atrás. Esperamos que la firma de seguridad que todavía falta por estampar no demore ni un solo día el inicio de las obras, y que durante la última semana de febrero podamos comprobar que las máquinas comienzan a trabajar. Son ya muchos años esperando, y no aguantaríamos otra demora más».