Maduró el envite en el primer tiempo, lo rompió en el tercer cuarto y lo sentenció en el último a su favor. El Amics Castelló dio una muestra de madurez en su victoria sobre el Força Lleida. El décimo triunfo de la temporada aproxima a los castellonenses al primero de los objetivos de la temporada, que no es otro que la permanencia en LEB Oro. El colchón de triunfos permite además aspirar a cotas más altas.

El primer tiempo estuvo marcado por la igualdad y por la baja anotación. Ni el Amics ni el Lleida encontraron un ritmo fluido de ataque. Más bien al contrario, cada canasta había que sudarla. Los visitantes terminaron el primer acto en ligera ventaja (16-18), pero el intercambio de liderazgos fue habitual.

En el segundo cuarto, los visitantes tuvieron aún más problemas para anotar. Se quedaron en 13 puntos, pero esa circunstancia no fue aprovechada por los locales, desacertados en el tiro y con poca velocidad en sus transiciones. Al descanso mandaba el Amics Castelló, asido a la defensa y a los puntos de Manu Rodríguez (32-31).

Tras el descanso, el Amics apretó. Aceleró en las dos partes de la pista y se despegó en el electrónico. El tope fue la ventaja de nueve puntos con la que se llegó al final del tercer cuarto. El Força Lleida evitó hasta entonces lo que parecía inevitable, que el partido se rompiera de parte local.

Con velocidad, en el inicio del último cuarto, la ventaja se alargó a los 13 puntos. En escasos segundos el cuerpo técnico visitante se vio obligado a solicitar tiempo muerto. Entonces, un error en saque de fondo del Amics propició un dos más uno (incompleto) que devolvió la esperanza al Lleida. Un espejismo. El Amics dominó los minutos finales con solvencia y consiguió una victoria que lo acerca a la permanencia, el primero de los objetivos de la temporada.

Manu Rodríguez y Nwogbo, con 16 puntos cada uno, fueron los máximos anotadores del cuadro local. Garrett, con 12 puntos, y Blair, con 17 de valoración, también destacaron en otra noche de baloncesto en el Ciutat.