Pocos son los ayuntamientos que se salvan de la tijera que Cristóbal Montoro ha aplicado a las previsiones del PIE en estos primeros días de 2016. De hecho, solo 61 de los 542 municipios de la Comunitat Valenciana recibirán más dinero que el año pasado. Son 13 de Alicante, 21 de Castelló y 27 de Valencia. Al resto, el Ministerio de Hacienda les ha adjudicado previsiones a la baja.

Entre estos no hay ninguna de las ocho grandes ciudades de la Comunitat Valenciana, puesto que todas ellas ven menguar la previsión de ingresos respecto al pasado 2015.

Lo mismo ocurre con las tres diputaciones provinciales, que sufrirán un recorte en sus ingresos por la parte de las aportaciones del Estado en un 1,7 % en global.

Para este año se esperaban previsiones al alza, apoyadas en la recuperación de la que habla el Gobierno y, sobre todo, en las expectativas en la mejora del consumo. Sin embargo, Hacienda ha preferido ser cauta y que no ocurra como años atrás donde un error al alza supuso un auténtico disgusto para los ayuntamientos y diputaciones. Sin ir más lejos, la liquidación de 2013 (que se conoció en 2015) supuso un zarpazo de 100 millones de euros.

Las entregas a cuenta de la participación en los tributos del estado es el segundo mayor ingreso que reciben los ayuntamientos después del IBI, por lo que una buena previsión siempre resulta una noticia positiva, en tanto que permite afrontar los gastos municipales con mayor holgura y suponen una buena alegría a la hora de elaborar los presupuestos.