La Liga vuelve a ser un mano a mano entre el Villarreal y el Valencia. Se siguen los mismos pasos de la temporada pasada en la que al final la escuadra amarilla entrenada por Javier Calleja se proclamó campeón del grupo VII de División de Honor, con 69 puntos, uno más que el Valencia. Luego también conquistaría la Copa de Campeones (celebrada en Almuñécar). A lo largo de la fase regular los valencianistas lideraron más veces la clasificación, pero en la segunda vuelta se complicaron la vida hasta que la escuadra vila-realense logró mantener una línea más regular y se aprovechó de los tres pinchazos de los valencianos.

En estos momentos, y tras disputada la decimonovena jornada, los números son igual de parejos que hace justo un año. El Villarreal es líder con 43 puntos (tres menos que la pasada temporada). El Valencia es segundo con 40 puntos (seis menos que hace un año). Quedan once jornadas por delante para decidor el campeón del presente curso liguero. Tres puntos les separan cuando aún quedan por disputarse treinta y tres.

Las dos escuadras también presentan bloques de futbolistas con numerosos cambios respecto a la temporada pasada. En el caso del Villarreal, el equipo de Calleja presume de tener a uno de los mejores porteros de la categoría: el zaragozano Diego Lázaro. Y los dos máximos artilleros de la categoría también visten la elástica amarilla: el malagueño Dani Villanueva y el alicantino Darío Poveda, con doce goles cada uno. Y futbolistas de garantía como los centrales Pau Francisco y Pepe Castaño, o en el centro del campo con canalizadores como Pablo Álvarez y Chuca.

El Valencia no se queda cojo porque cuenta con una pareja de centrales de lujo: Mariano Korny y Javi Jiménez; dos mediocentros como Gonzalo Villar y Álvaro Gómez; y futbolistas tan desequilibrantes como Alberto Gil, Antonio Martínez, Javi Llamas o Rafa Mir. Jugadores todos ellos con un destacado poder ofensivo, y han firmado una gran cantidad de goles.