No consiguió la guinda al pastel (el ruso Cheryshev cambió el Madrid por el Valencia), pero el Villarreal logró su objetivo principal en el mercado de invierno que ayer terminó. Por vez primera desde la temporada 2009-10, no hubo incorporaciones pero el club de Fernando Roig ha mantenido al bloque de futbolistas que lo tiene cuarto en la tabla clasificatoria de la Liga. El gran logro ha sido retener en la plantilla a Denis Suárez, pretendido por el Barcelona, y evitar sustos de última hora. La cesión del lateral Bojan Jokic al Forest inglés ha sido la única salida. Lo que funciona no se toca y el entrenador, Marcelino García Toral, tiene lo que quería.

Como no hay mal que por bien no venga, además, la eliminación copera ha servido para volver a ganar en Liga. El Villarreal, que arrastraba dos insípidos empates en la mochila, venció de nuevo al Granada y afianzó su posición de Champions, convirtiéndose en el equipo en mejor racha del torneo. Más que eso, en palabras del delantero Roberto Soldado, el equipo «recuperó sensaciones» en el Madrigal, y agradeció el mayor tiempo para trabajar unido. Tras un duro mes de enero, el equipo amarillo afronta ahora en febrero el añadido de la Europa League, donde le aguarda una dura eliminatoria con el líder de la Serie A, el Nápoles. El jueves 18 se jugará en El Madrigal el partido de ida.

«Aprovechamos estas semanas con solo un partido para aumentar la carga de trabajo en los entrenamientos y preparar también mejor los partidos», explica Soldado. «Hay que cargar pilas para lo que viene, que va a ser duro», añade el delantero valenciano. El Villarreal ha superado un bajón de juego sin que se notara en los resultados, por lo que sale fortalecido. La próxima cita en Liga espera con el verdugo copero, el Athletic de Bilbao, este fin de semana. «Es un partido vital porque el Athletic es un rival que a la larga puede estar luchando por lo mismo que nosotros», apunta Soldado. Una victoria en Bilbao «sería un golpe de autoridad, porque pondríamos tierra de por medio».

Sin fichajes, asimismo, el Villarreal puede encontrar los refuerzos en el final de las lesiones. Ya le ocurrió en el eje de la defensa con la vuelta del argentino Musacchio, y va a ocurrir en los próximos tiempos con hombres como el portero Sergio Asenjo o el delantero Adrián López.

Por lo pronto, la escuadra que dirige Marcelino García Toral sigue preparando el duelo del sábado (20.30 horas) en el nuevo San Mamés. Ayer descansó y hoy regresa a los entrenamientos a partir de las 11.00 horas, en la Ciutat Esportiva.