El ayuntamiento de la Vall d'Uixó no ha autorizado la celebración de un festival taurino en el que se iban a lidiar toros de la ganadería de Victorino Martín el próximo 21 de febrero. En principio, no habría más noticia si no fuera porque la polémica se ha desatado en las redes sociales y ha acabado siendo motivo de confrontación política, en la que incluso se ha pedido la dimisión del actual concejal de Fiestas.
El origen de la polémica está en la determinación de un empresario de organizar un espectáculo taurino en el que se iban a lidiar toros de la ganadería de Victorino Martín. La organización estaba tan avanzada y se daba tanto por hecho que la Vall d'Uixó acogería el evento, que la semana pasada se presentó en sociedad el cartel del festejo, y en este punto es donde se produce el primer motivo de crítica política, dado que el concejal de Fiestas, José Luis Egea, asistió al acto, lo que se entendió como un apoyo explícito. Así se argumenta al menos en el Partido Popular, según aseguró ayer su portavoz, Óscar Clavell.
Desde el ayuntamiento se aseguró que el principal motivo de su decisión es que «no se ha realizado la tramitación administrativa correspondiente», según confirmaron fuentes municipales, lo que se entiende como una razón objetiva suficiente para no autorizar la celebración. Pero desde algunos sectores taurinos se ha dado de inmediato una lectura política que se trasladó a las redes sociales, donde se vincula la decisión del ayuntamiento a la composición del nuevo equipo de gobierno, del que forman parte PSPV, Compromís y EU.
En parte, el comunicado hecho público desde el consistorio defiende una postura muy clara al respecto al afirmar que «el Ayuntamiento de la Vall d'Uixó se desvincula de la celebración del festival taurino anunciado para el 21 de febrero y muestra su intención de no promover este tipo de actividades», se entiende que haciendo referencia a las corridas de toros. De hecho, en el mismo texto se pretende diferenciar estos espectáculos taurinos de los populares bous al carrer, al señalar que «se ha tomado la firme decisión de poner en valor las tradiciones festivas de la Vall d'Uixó (?) y va a seguir trabajando por las fiestas arraigadas y ya consolidadas en nuestra ciudad como son las dos fiestas patronales, les Penyes en Festes y las 23 fiestas de barrio, a las que este año se suman las fiestas del 225 aniversario del Campanar».
Respaldo de la federación
En este tema, según argumentaron fuentes municipales, se cuenta con el respaldo de la Federación de Peñas Taurinas de la Comunidad Valenciana, que habría explicado a sus miembros las verdaderas razones de no autorizar este evento, que nada tendrían que ver con el apoyo municipal a los bous al carrer.
Las mismas fuentes apuntan a que el empresario responsable de este festival ya habría intentado organizar el mismo acto en otros municipios sin éxito, por los mismos problemas con el cumplimiento legal de los trámites administrativos indispensables.
Pero la confrontación política parece inevitable, tanto es así que en el propio comunicado del ayuntamiento se afirma que «la concejalía de Fiestas asume su responsabilidad y va a seguir trabajando al lado de las fiestas tradicionales de la Vall d'Uixó». La presencia del concejal en el acto de presentación del cartel del espectáculo es considerada por el equipo de gobierno «un malentendido», pero el PP hace otra lectura. Tanto es así que Óscar Clavell no dudó en señalar que desde su grupo municipal «exigimos la dimisión del concejal y si no la presenta, que sea la alcaldesa la que le cese de inmediato».
Clavell va más allá al asegurar que «los organizadores se reunieron con la alcaldesa y les dio su palabra de que el espectáculo se podría celebrar, por lo que Tania Baños ha demostrado no tener palabra ni seriedad». Por otro lado, desde el PP se defiende el carácter benéfico del festival taurino, cuyos fondos se pretendían destinar a la AECC, a la asociación de familiares de enfermos de Alzheimer, y se iba a donar la carne de uno de los toros lidiados al banco de alimentos de Cáritas. Pero la principal razón que ellos ven en la decisión de no autorizar el espectáculo sería «lo que veníamos anunciando desde hace tiempo, y es que el gobierno progresista y de izquierdas que gobierna en la Vall d'Uixó está en contra de nuestras tradiciones».
El ayuntamiento dio ayer razones objetivas para defender la no autorización del festival, pero además, las fuentes municipales consultadas informaron de que el equipo de gobierno habría recibido las advertencias de círculos taurinos en las que se cuestionaba la solvencia y fiabilidad del empresario encargado de organizar el festejo.
