Benicàssim cumplió un año más con Santa Águeda y cientos de benicenses participaron ayer en la tradicional romería a la ermita de la patrona. A las 9.30 horas, los participantes se congregaron delante de la Iglesia Santo Tomás de Villanueva para iniciar el ascenso con el que, como cada año, el municipio conmemora la recepción de la Carta Pobla por los benicenses en 1603.

Antes de iniciar el recorrido de cuatro kilómetros, todos los asistentes, así como las personas que salían de misa en ese momento, recibieron uno de los «saquets» de color que el ayuntamiento había confeccionado para la ocasión. Además, varios asistentes llevaban el pañuelo que el consistorio repartió el mismo día del año pasado. Tras la salida de la imagen de la patrona de la iglesia y el disparo de una pequeña traca, comenzó el ascenso.

Tradición

La colla de dolçainers i tabaleters del municipio se encargó de iniciar la peregrinación y llenar de música todo el recorrido. Tras ellos fue en todo momento la imagen de la patrona con sus cuatro portadores, las máximas representantes festivas así como miembros del equipo de gobierno y de la oposición.

Al pasar por la calle Santa Águeda, apenas empezado el recorrido, los romeros hicieron un alto en el camino para coger fuerzas con un vaso de mistela y un trozo de coca malfeta que repartieron los vecinos del vial. Tras una breve parada, los participantes reiniciaron el camino al ermitorio y ya no pararon hasta llegar al templo, situado en el paraje natural del Desierto de las Palmas.

Los romeros completaron el recorrido en poco más de una hora y a su llegada a la ermita disfrutaron de un almuerzo. Llegado el mediodía el párroco del municipio ofició una misa en la ermita. Asimismo, muchas de las mujeres aprovecharon el momento para recorrer unos metros más y llegar a la cueva de Santa Águeda ya que, como manda la tradición, se tienen que dar tres vueltas a la cueva para encontrar novio. Al finalizar la misa, la imagen de la patrona y toda la comitiva iniciaron la vuelta.