Alrededor de dos mil personas se dieron cita en el estadio Castalia, donde el club insiste en el horario matinal sin mucho éxito. Antes del encuentro, varias decenas de aficionados de Barricada Albinegra se concentraron en la calle Huesca, después de que la seguridad del estadio les impidiera entrar en la zona del aparcamiento de Tribuna, donde estaba convocada la protesta. Los manifestantes repartieron octavillas explicando la delicada situación del club y pidiendo soluciones al respecto.

Muchos exalbinegros en el Borriol. El entrenador Pedro Fernández Cuesta se saludó en la previa con Eliseo Ramos, utilero del club albinegro. Los exorelluts Emeka, Jaume Almela, Aarón Torlá, Pedro Hidalgo, Héctor Zaragoza, Colomer, Víctor Pino... todos ellos jugaron ayer de visitantes en Castalia. La mayor ovación se la llevó José Carlos Tabares, aunque duró poco. Lo primero que hizo fue una peligrosa entrada por detrás a Marenyà, que derivó en tangana y reparto de amonestaciones. Marenyà se reencontró, por cierto, con Ramón Pallarés. El ahora lateral del Borriol y el centrocampista del Castellón coincidieron en las filas del Olímpic de Xàtiva. Hubo distendida charla. También cerca del túnel, entre porteros: Emeka y Carlos, viejos conocidos.

Con el Borriol jugó el presidente del club y destacado golfista profesional Sergio García. Sustituyó a Héctor en el minuto 82, con división de opiniones en la grada. Sergio no se amilanó. De hecho, probó fortuna con un disparo lejano de zurda, casi la ocasión más peligrosa del Borriol en todo el partido.

El Castellón viajará la próxima jornada al campo del Atlético Saguntino, en horario aún por confirmar. El líder, que ha ganado todos los partidos que ha jugado en su feudo, empató ayer sin goles en el campo del Elche Ilicitano, segundo. El Castellón, el único de los siete primeros en marcar y ganar, escala a la cuarta plaza. Está a siete puntos del Saguntino. Hoy comenzará a preparar el partido con una original sesión de recuperación. Por orden del entrenador, plantilla y jugadores acudirán disfrazados a la cita.