Es curioso señalar que el Villarreal atraviesa un periodo de mejoría, lenta pero continuada, cuando se trata de un equipo que no ha perdido en las últimas once jornadas. Pero es cierto que los amarillos, al menos en el primer tramo del duelo, mostraron su versión más creativa y luminosa, algo que hacía tiempo que no veía. Entonces fue cuando el submarino cimentó un triunfo que sitúa al equipo de Marcelino con 48 puntos en 24 jornadas. Una cifra que hace olvidar que, tras una primera media hora brillante, los de la Plana se limitaron a defenderse ante un Málaga que buscó los caminos para el empate, pero los encontró cerrado a su paso.

Hacia tiempo que no se veía una versión tan descarada y desacomplejada del Villarreal como la que mostró en la primera media hora. Con el once previsto, en el que sorprendió la inclusión de Baptistao por Bakambu, el submarino saltó al campo hambriento, ambicioso. Denis Suárez y Jonathan eran dos estiletes que se clavaban en el costado del Málaga. Como siempre, Soldado realizaba una labor impagable para minar la moral de la defensa visitante y Baptistao aportó una frescura de la que Bakambu ha carecido en las últimas semanas.

Así, el Villarreal empezó por prolongar las buenas sensaciones dejadas en San Mamés y las amplificó hasta el punto de que se podría afirmar que los amarillos estaban cuajando sus mejores minutos desde el encuentro de ida de Copa del Rey ante el Athletic.

Los de Javi Gracia, que encontraban vías de agua en su nave por todas partes, sufrieron el primer susto en el minuto 2. Soldado ensayó un disparo muy duro desde el semicírculo del área. Se encontró con los reflejos de Kameni, el más destacado de los andaluces, que despejó. Pero este aviso era el prólogo de lo que sería la tónica.

Apretaba una y otra vez el Villarreal, superior en las bandas y contundente en la medular. Bruno apenas permitió a los de la Costa del Sol aparecer en el centro del campo y Víctor Ruiz y Musacchio se mantuvieron prácticamente inéditos. Reclamó penalti el Villareal en el minuto 11, por unas presuntas manos de Rosales en un disparo de Denis Suárez, pero el defensa tenía las manos pegadas al cuerpo. De todas formas, era una muestra de la intensidad y la búsqueda del gol por parte amarilla en el primer tramo de juego.

Entonces fue cuando Soldado encontró su recompensa. El valenciano puso fin a su sequía goleadora en el minuto 18, tras una maravillosa triangulación entre Denis, Baptistao y él mismo. Como en el arranque, el balón le cayó en el semicírculo del área y el ex del Tottenham la reventó en un disparo muy difícil de detener para Kameni. Un bote delante del portero ayudó a que el nigeriano no pudiera atajar.

Incluso pudo sentenciar el Villarreal a la contra. Tres minutos después del gol, una salida a toda velocidad tras una pérdida del balón por parte malacitana, permitió un tres para dos con Baptistao, Soldado y Jonathan amenazando el área visitante. El goleador, que guiaba el balón, optó por ceder a la derecha, a Dos Santos. El mexicano encaró a Kameni, buscó superarle, pero el guardameta echó mano de su instinto para evitar el tanto.

Fue en ese tramo cuando los amarillos se relajaron. La intensidad se rebajó y los espacios aparecieron en la medular. Fornals y Juanpi gozaron de mayor acceso al balón. Sobre el minuto 33, un saque de banda peinado por Charles dejó a Cop solo ante Areola. Por fortuna, estaba demasiado cerca del francés y casi no pudo armar el disparo. El portero amarillo atajó sin problemas. Así, con las fuerzas equilibradas y en una lucha por el dominio, el duelo se encontró con el descanso.

Acercamiento estéril

Renunció a dominar el balón el Villarreal en la reanudación. Eso permitió al Málaga dar un paso adelante, pero su acercamiento pronto se descubrió como estéril. Los de Gracia pisaban área, pero sin concretar su peligro. Fue una ayuda para que los amarillos buscaran la sentencia a la contra. Soldado casi la logró en un balón al área de Jonathan al que no llegó por falta de fe y el mexicano, tras un gran pase de Castillejo, encaraba puerta en una jugada personal. Su disparo, a las nubes.

Tuvo la suya el Málaga, la que no se podía perdonar. Fue Juanpi el que se vio solo ante Aerola, tras un pase al hueco de Charles. Pero su balón se fue alto y el Villarreal se limitó a desactivar a los andaluces para seguir codeándose entre los mejores. Sólo falta saber cuál es el límite del equipo cuando reencuentre su mejor versión.