¿Cómo se le ocurrió hacer un blog sobre la experiencia de caminar con muletas por Onda?
Por mi discapacidad, yo necesito andar. Vivía en Valencia pero por cuestiones personales regresé a Onda. Estuve sin salir de casa un tiempo, pero mi madre me insistió en que saliera de casa a caminar. De joven sí que salía a andar por andar, pero ahora no me apetece (sonríe). Así que pensé en aprovechar estos trayectos para tomar fotografías y mirar los rebajes que hay.
¿Qué lugares del municipio ha transitado, fotografiado y criticado?
He estado transitando por la calle Ausiàs March, por las diferentes manzanas que hay. Espero ir recorriendo poco a poco todo el pueblo. Sobre todo critico los bordillos y también los vehículos que aparcan encima de las aceras. Estos problemas no solo afectan a los discapacitados, sino también a los carritos de la compra, a los de bebé?
Las fotos que acompaña suelen ser de bordillos que no están adecuados. Las dificultades para una silla de ruedas son evidentes, pero ¿cuáles son las mayores complicaciones cuando se llevan muletas?
Cada vez que me tengo que subir a un bordillo me tengo que parar, subir una pierna, luego la otra, ayudarme con las muletas para hacer el esfuerzo de subir la pierna. Yo, por el mero hecho de andar, ya hago mucho esfuerzo, y los bordillos me cortan el ritmo y luego todavía me cuesta más. Los cambios de ritmo me machacan.
¿Se salva alguna calle?
En Onda las calles principales, como por ejemplo la avenida País Valencià, están bastante bien adaptadas, aunque otras no tanto. En ocasiones, a la hora de hacer reformas se suele mirar las características generales de los discapacitados, pero yo creo que se debería priorizar la gente que está peor. Hay calles que están adaptadas, pero eso no quiere decir que estén bien adaptadas.
¿Por ejemplo?
Por ejemplo, para los ciegos el lugar de los cruces deben adaptarse con distinto color y con rugosidades, pero a veces he visto un pavimento con círculos redondos, que por ejemplo a mí me crea muchas dificultades. Son las que hay, por ejemplo, en Padre Salvador Barri. Pero en esta calle, además, hay que ir haciendo eses para ir avanzando sin encontrarse con un bordillo. En cambio, el asfalto negro como el de la avenida País Valencià, rugoso, que también lo notan los ciegos, a mí también me viene bien. Está claro que a veces no llueve a gusto de todos.
¿Qué propone?
Hacer bien las rampas, de 1,80 de ancho como mínimo, y 1,50 de largo desde donde empieza la rampa hasta la parte de abajo de la misma, también como mínimo. Hay aceras que se pueden reformar y otras que no. De todas formas, este tema no solo depende del ayuntamiento. El propio afectado debería trasladar sus demandas.
¿Por qué es importante este tipo de reformas?
Porque aumenta la autonomía de las personas con discapacidad. Las personas con silla de ruedas podrían salir sin ayuda, porque simplemente por culpa de un bordillo, una persona ya necesita la ayuda de otra para desplazarse y no debería ser así. Si las calles estuviesen bien adaptadas, podría ir de aquí a la otra punta de Onda sin depender de otros o sin tener que ir por en medio de la calle, como me pasa a mí a veces, cuando las calles son demasiados estrechas y también me toca bajarme de la acera.
¿A qué otras dificultades se enfrentan en Onda las personas con problemas de movilidad?
Algunos dibujos de las aceras también molestan. Por la avenida País Valencià no tanto, pero por ejemplo los de la calle Alfonso Pallarés sí. Cuanto más liso, mejor. Yo por ejemplo arrastro las piernas y en los asfaltos que son muy rugosos tengo dificultades. Parecen tonterías pero para quien lo padece no lo es tanto. En Onda también hacen falta mejores comunicaciones para los discapacitados, porque necesitamos medios de transporte más continuos a la hora de viajar. Este tema, unido a las dificultades de la accesibilidad, hace que a veces vea a Onda como una cárcel, porque aquí no me puedo mover libremente de un sitio a otro.
