El nuevo Plan General de Ordenación Urbana de Borriol contempla la redistribución de todos los metros urbanizables del sector de la Coma en un mismo espacio para salvar las zonas con pendientes en las que se pretendía edificar y, a su vez, evitar la construcción de viviendas en puntos «aislados». El pleno aprobó anoche la resolución definitiva de la adjudicación de la segunda fase de la Coma, un paso que permitirá cumplir con la previsiones del plan para esta urbanización.

«El PGOU prevé concentrar todo el terreno urbanizable de la Coma», explicó el concejal de Urbanismo Manuel Gonzalbo. El objetivo es salvar los metros urbanizables situados en zonas con muchas pendientes, como en el caso de la fase segunda, para dejarlos como pinar. Para que los propietarios no pierdan sus derechos, los metros urbanizables se aunarán en una zona apta para construir «en uno o dos núcleos» para que las viviendas contempladas no queden «aisladas».

La corporación validó anoche la resolución de la adjudicación de la fase segunda, que solicitaron los propietarios. «El expediente se inició pero no evolucionó. Se han pasado los plazos», indicó Gonzalbo. El pleno ratificó también la denegación a desarrollar el PAI Mas de Clarà II, cuya homologación rechazó la Comisión Territorial de Urbanismo en Castelló en octubre del año pasado. Este proyecto, al igual que otros dos en Albocàsser y Soneja, no obtuvo el informe de evolución ambiental estratégica.

Asimismo, la corporación borriolense se opuso a la devolución de la garantía de las unidades de ejecución 1 y 2 al haber procesos judiciales en curso que afectan al sector. El antiguo urbanizador la solicitó después de el consistorio resolviera la adjudicación de este proyecto, a propuesta de la mercantil. Este plan corresponde a la prolongación de la calle Sant Antoni. Además, se aprobó el reglamento del cementerio municipal. Por otra parte, Compromís dio cuenta de la redistribución de delegaciones tras la salida del equipo de gobierno.