La del domingo será la sexta vez que el primer equipo del Castellón visite la Ciutat Esportiva de Miralcamp, en un duelo que se ha asentado en la rutina del nuevo paisaje del fútbol provincial. Con el Castellón enquistado en Tercera, el derbi entre albinegros y amarillos, derbi menor pero derbi al fin y al cabo, ha menguado en expectación en los últimos años.

Lejos queda el primero de ellos, fiesta mayor amarilla. No faltaron pancartas ni cánticos ni parafernalias en 2009. El Villarreal B de Juan Carlos Garrido, Musacchio, Marco Ruben, Mario Gaspar, Matilla y Juan Carlos, entre otros, superó al último Castellón de Segunda, por tres tantos a uno (Joan Tomás de penalti, Gullón y Gerard; Palanca). El Mini Estadi se llenó, con 5.000 espectadores, cierto caos en los accesos y cientos de aficionados que se quedaron fuera.

Cuatro en Tercera

La fiebre pasó con el tiempo. Aún duraba en 2011, en la primera visita albinegra en Tercera, tras el descenso administrativo. Aquel Villarreal C, guiado por un extraordinario Manu Trigueros, repitió triunfo ante 4.000 espectadores (1-0). En las siguientes citas no ha faltado lleno en la grada visitante, pero ha decrecido el interés en la local. El Castellón no ha vuelto a perder. Empató a uno en la 2012-13 (Charly y Agudo, de penalti, con 1.800 espectadores y momentos de lluvia) y en la 2013-14 (Adolfo y Cristian, 2.500 espectadores).

La primera y única victoria albinegra se produjo el pasado curso. El Castellón venció en agosto, 1-3 (Raba; doblete de Carrascosa y Víctor Pino, 1.700 espectadores).