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Las gaiatas temen que las inspecciones impidan la actividad de sus carpas en el inicio de las fiestas

Muchas de ellas aún ultiman hoy los papeles para tener todos los permisos - «Esperamos que la certificación de la OCA posterior no nos deje sin actividad porque falte un tornillo», se lamentan

Con la paciencia al límite y el agua al cuello. Esta era la sensación que transmitían ayer numerosos responsables de las comisiones gaiateras de Castelló, que siguen sin ver claro, en la víspera del inicio de las fiestas de la Magdalena, si finalmente tendrán actividad en sus habituales carpas festeras. La exigente normativa, que según el equipo de gobierno de PSPV y Compromís era obviada por el Partido Popular durante todos sus años al frente del ayuntamiento, ha dejado «al borde de la renuncia» a muchas gaiatas, aunque al final confían que todo llegue a buen puerto.

La situación, desde luego, no tiene precedentes ya que 24 horas antes del comienzo de la Magdalena son muchas las carpas de las 19 gaiatas que aún están por culminar. Pero el problema, como ayer señalaban a este rotativo, puede ser incluso peor a la espera de los temidos inspectores que deben dar la certificación de la preceptiva OCA, que son las que avalarán o no las instalaciones desmontables. «Podemos encontrarnos el sábado que tenemos la carpa preparada, que venga el inspector y que nos deje sin actividad porque falte un tornillo por poner. Sería el caos», teme uno de los presidentes.

Incertidumbre

Pero antes de que lleguen los inspectores aún hay que seguir avanzando porque ayer se daba el caso de una gaiata que no disponía todavía del papel definitivo que les daba la autorización. Otros tenían que seguir tramitando durante hoy viernes más permisos referidos a la toma de electricidad. «No sabemos si alguno se quedará por el camino y renunciará, porque esto ha sido insoportable», subrayaban.

El temor es tal que no quieren identificarse. «Estamos acojonados», señalaba otro de forma más que expresiva al señalar que «nos da la sensación de que estamos cometiendo un delito y lo único que queremos es habilitar un espacio para que los vecinos, de nuestro sector y de toda la ciudad, puedan tener una propuesta para pasarlo bien en las fiestas».

Como se ha publicado estos días, el Ayuntamiento de Castelló obliga este año a llevar a cabo este control en virtud de la ley autonómica de espectáculos públicos. El año pasado, una inspección de la Policía Local a algunas carpas de las gaiatas por denuncias vecinales puso de manifiesto que carecerían de las medidas acústicos que exige la normativa. Para evitar posibles problemas a los entes festeros, ya que esta circunstancia puede acarrear sanciones económicas, el ejecutivo local ha solicitados los colectivos una serie de trámites y condiciones para permitir la celebración de verbenas en la vía pública en fiestas. Aparte del seguro de responsabilidad civil y la licencia de actividad, los escenarios deberán pasar por un control acústico en cada concierto que desarrolle.

La Junta de Festes ha trasladado a las collas y gaiatas los nombres de cinco empresas. Desde las comisiones gaiateras se resalta que se han unido prácticamente todas para elegir a la misma emprea con el objetivo de reducir unos costes en papeleos y permisos que suponen más de 2.000 euros.

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