Brancal de la Ciutat se está acostumbrando a nutrir de reinas a las fiestas de la Magdalena. Por segundo año consecutivo, la máxima representante de las celebraciones fundacionales pertenece el sector 1. Su nombre es Carolina Tárrega, tiene 19 años y estudia segundo de Comunicación Audiovisual en la Universidad Jaume I. Es la encargada de tomar el relevo de Dunia Gormaz y, con la experiencia acumulada en nueve años dentro del mundo festero, espera estar a la altura del cargo que le ha sido asignado. Su madre la integró dentro de este universo y su ilusión es tan grande y contagiosa que ha conseguido que su padre también haya abrazado la causa.

¿Qué es lo que espera con mayor ilusión de la semana de fiestas que comienza?

Lo que mayor ilusión me hace son los actos más tradicionales como la Romería, el desfile de gaiatas y la ofrenda floral, pero también tengo muchas ganas de vivir el pregón. El otro día, escuché al pregonero ensayar y ya deseo vivir ese momento.

Para alguien tan ligada al mundo de las fiestas, ¿qué significa para usted la Magdalena?

Se trata de unos días que afronto con mucha ilusión porque son muy importantes para mí. Tras tantos años en mi gaiata, representar desde un punto tan alto a mi ciudad, genera una ilusión enorme en todos los aspectos.

Pertenece a Brancal de la Ciutat desde 2007 y ha sido dama, madrina de honor y madrina. ¿En qué le ayuda todo este bagaje previo para afrontar esta experiencia?

Pues la verdad es que me ayuda bastante para conocer qué debe hacer. Además, muchas reinas han sido de mi gaiata y hablo con ellas para que me den sus consejos y me ayuden. También, desde dentro de mi gaita, me han ayudado.

¿Cómo recuerda el momento en que conoció oficialmente su nombramiento?

La verdad es que no me lo podía creer. Fue una sorpresa muy grande, que viví con mucha emoción. Estaba con mi padre y las amigas de mi madre y llamé enseguida a mi madre, que no estaba allí en ese momento. A la alcaldesa solo podía decirle que muchas gracias.

¿Cómo valora su experiencia hasta ahora? ¿Qué ha sido lo que más le ha impresionado?

Está siendo todo genial, no tengo ninguna queja. Ha sido una gran relación con las compañeras de la corte, con las niñas y con la Junta. Lo más impresionante fue la Galanía y me entraron muchas ganas de que empezaran las fiestas. Es el mejor prólogo para la semana que comienza.

Su madre es la que le metió el gusanillo por la fiesta. ¿Cómo está viviendo ella este momento?

Está muy ilusionada, aunque ella es la que tiene más faena porque lo prepara todo. Pero tiene muchas ganas, le encanta. Se trata de una experiencia que no se puede explicar con palabras porque regala momentos impagables.

Y a su padre, ¿ya le ha entrado el gusanillo por la fiesta?

Él no ha sido nunca de gaiatas, pero sí que le han entrado las ganas. Fue mi cojinero en la Galanía y eso que él nunca se había puesto ningún traje festero.

Siempre es muy importante su corte para una reina. ¿Qué tal ha sido la relación con sus damas hasta ahora?

Ya nos conocíamos de ser madrinas, llevábamos mucho tiempo juntas. Nuestra relación va más allá de los actos porque siempre buscamos alguna excusa para quedar más allá de los actos.

¿Siente algo de pena por pensar que pronto pasará el momento más intenso de tu reinado?

Me da un poco de pena, pero la misma pena que me dio cuando pasaron las presentaciones o las imposiciones y también me da pena que empiecen las fiestas, pero a la vez tengo tantas ganas de que lleguen. Aparte,aún queda medio año de reinado. Pena, de momento no, pero cuando acabe todo el año supongo que sí.

Después de ser reina, ¿cuál será el futuro de Carolina dentro del mundo de las fiestas?

Para mi gaiata estaré para lo que me necesite. Además, para cualquier cosa que necesite mi ciudad. No dejaré las gaiatas.