Castelló arrancó ayer sus fiestas fundacionales en una jornada gélida y con amenaza constante de lluvia. Sin embargo, ni la temperatura, que no subió de los 10 grados, ni las fuertes ráfagas de viento impidieron celebrar el inicio oficial de la semana grande. La cabalgata del Pregó brilló con todo su esplendor, pese a que en algunas calles del centro el público no abundaba debido al desapacible clima. Hileras de sillas vacías en varios tramos del recorrido dejaban una estampa algo desangelada.

Aún así, el tiempo no destempló los ánimos de los cerca de 3.000 figurantes que participaron en el desfile. Agrupaciones folclóricas de medio centenar de municipios de la provincia y 35 carrozas caldearon el ambiente con un espectáculo digno de la festa plena.

El desfile, que rememora la historia y la mitología de Castelló, siguió el guión tradicional aunque con una novedad en el circuito: en lugar de pasar por la calle Mayor, discurrió por Gobernador, por motivos de seguridad y para más vistosidad de la cabalgata, según alegaron desde la Junta de Festes. Además, se habilitaron siete puntos en el recorrido para el cante del pregón, uno más que en la edición del año pasado.

Arrancó con una puntualidad considerable para un acto de esta envergadura: pocos minutos después de las 16.00 horas, desde el habitual punto de partida en la calle Sant Roc. La cabecerá, escoltada por los agentes de la Policía Local motorizados, se abrió paso al son de la música de la Colla de Dolçainers i Tabaleters, entre cuyos integrantes repitió este año el diputado autonómico del PP, Miguel Ángel Mulet. Tras los músicos se desplegó la representación mitológica de los orígenes de la capital de la Plana a cargo de la Colla del Rei Barbut.

A continuación se abrió paso la parte de la cabalgata del Pregó en la que una decena de entidades culturales de la ciudad representan la historia fundacional, de origen medieval. Los Moros d'Alqueria con sus filaes ataviadas de imponentes trajes con plumas, capas y estampados llamativos causaron gran expectación entre el público, que acompañaba con aplausos a los bombos y tambores de las bandas de Atzeneta del Maestrat y les Coves de Vinromà.

Tras ellos, irrumpieron los integrantes de la asociación cultural l'Aljama, que representa al colectivo judío residente en Castelló en la Edad Media. Mientras desfilaban, repartían entre el público el suplemento especial de fiestas editado por este periódico, que al igual que la agrupación folclórica celebra este año su 25 aniversario. Una carroza engalanada sobre la que varias jóvenes exhibían en su brazo aves rapaces, como búhos o águilas, completaba la comitiva.

Los Caballeros Templarios, con sus clásicas cruces en la pechera, se sumaron al desfile. Entre los miembros del colectivo destacaba también el concejal Carlos Feliu y tampoco faltó el Maestro Templario de 2016, Manuel Martín-Lorente, director de la Escuela de Hostelería y Turismo de Castelló. Les siguió una representación de siete obispos, entre ellos, los de Tortosa, Vic o Montpelier, capitaneados por el alcalde de Suera, Josep Martí, quien este año no salió en el desfile.

Los bombos y tambores de Santa María Magdalena precedieron a l'Host del Castell Vell, que también desfiló con su carroza. Este año ha designado como Alcaid al excoronel de la Guardia Civil de Castelló, Juan José Miralles, quien se unió a la celebración del Pregó.

A continuación llegó el turno de la representación más multitudinaria en la parte del Pregó que repasa la historia fundacional de la ciudad. La Milicia Templaria de la Germandat dels Cavallers de la Conquesta acaparó el protagonismo con un despliegue de tambores que precedieron a la escuadra de honor que escolta al Rei Jaume I. El encargado de representar a la regia figura a lomos de un majestuoso caballo blanco fue Eugenio Díaz i Carsi, quien ejercía anteriormente como caballero Diez Ferran. La carroza presidida por Na Violant d'Hongria, Marta Tena Soler, y sus seis Dones de Companya cerró la comitiva de la Germandat.

El Centro Aragonés cautivó al público con sus jotas cantadas y bailadas, mientras los piratas berberiscos de la Colla Bacalao desfilaba al ritmo de los tambores del grupo de batucada Ravatukem. Desde su carroza con forma de barco pirata tiraban monedas de chocolate a los niños que admiraban ojipláticos tal espectáculo.

Los Ecos de Aragón pusieron el broche final al tramo histórico del Pregó, y a continuación desembarcó la nutrida representación provincial. Es costumbre en el sábado de Magdalena que agrupaciones culturales de todas las comarcas visiten Castelló en representación de sus municipios. Estaba prevista la asistencia de 51 localidades -cinco más que el año pasado-, aunque algunas de ellas faltaron a causa del temporal que sacudió ayer el interior de la provincia. La Junta de Festes confirmó al menos una ausencia, la de la Todolella, cuyos miembros no pudieron desplazarse hasta la capital debido a la nieve.

Los municipios de Els Ports, el Maestrat y la Plana Alta fueron los primeros en desfilar. Encabezó el elenco Alcalà de Xivert, con su Grup de Danses Lo Cirilo que, acompañado por dolçainers y tabaleters, interpretó bailes tradicionales. «Venimos todos los años, no nos lo perderíamos», señalaron desde el colectivo mientras se disponían a actuar.

El siguiente estandarte anunciaba la llegada del Grup de Música i Danses La Sotà de Benicarló que, ataviados con trajes regionales, repartieron dulces típicos entre los espectadores. También destacaron con sus bailes tradicionales los colectivos de Cálig y Peñíscola, mientras que Culla entretuvo al público con una representación teatral de la conquista del municipio.

Las agrupaciones de l'Alcalatén, l'Alt Millars, La Plana Baixa i l'Alt Palancia mostraron también sus mejores galas con carrozas costumbristas que precedieron al último tramo de la cabalgata en el que se exhibieron los grupos de danzas de la ciudad, entre otros colectivos folclóricos. La Bellea del Foc de Alicante y su Corte de Honor se sumaron al tradicional desfile. No así la fallera mayor de Valencia, que no pudo asisitir al acto por motivos de agenda, según señalaron desde la Junta de Festes.

El culmen de la cabalgata llegó, al fin, con la lectura del Pregó. Los versos de Bernat Artola recobraron vida a través de la potente voz del actor Santiago López, el pregoner de este año. «Ja el dia és arribat de la nostra Magdalena», anunció para satisfacción de todos los castellonenses.